Capitulo 21. "peleas"

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- Pero ve con Christopher, por nosotros no te preocupes.

-¿Mamá... Papá?

Blanca y su padre miraban a dulce de pies a cabeza, luego a christopher.

-¿Qué diablos hacen aquí? ¿Cómo han entrado?

-La madre de Christopher nos ha dejado entrar.

-¿Estan locos? -chilló dulce-. ¡Esa mujer está loca!

-¿Ven lo que digo? Está corrompiendo a mi hijo -dijo alexandra entrando en la habitación.

-Lo que me faltaba -dijo Dulce sentándose en la cama.

Christopher se sentó a su lado y la abrazó un tanto asustado. Miraba a todos los presentes y ante esas miradas, se ocultaba más en el cabello de dulce

-Has faltado al Instituto -dijo blanca muy enfadada.

-¡E iba a ir al puto instituto! Pero necesitaba unas pastillas que me había dejado aquí en la casa de christopher y me encontré con Natalia. Alexandra le pagaba para separarnos.

-¿Yo? -preguntó haciéndose la ofendida-. Yo sólo quiero lo mejor para mi hijo, no le pagaría nunca a nadie para que les hiciera daño.

-¡Vieja imbécil! -gruñó dulce- . Natalia  ya nos lo dijo todo.

-¿Y qué pastillas eran esas? -preguntó su papá

-Bueno... Son pastillas -rió.

-Si eran tan importantes como para que perdieras otro día en el Instituto, pues dinos para qué eran.

-Anticonceptivos -susurró ella desviando la mirada.

El padre de dulce miró duramente a christopher, como si lo fuese a matar.

Christopher se asustó tanto ante la mirada de el señor que se escondió detrás de dulce y se quedó quieto ahí, cerrando los ojos.

-¿Mi niña...? -dijo con la voz cortada.

Dulce suspiró. Su padre todavía consideraba que ella era una niña pequeña, que ella era su bebé... Hasta creía que no había dado el primer beso.

-¿De verdad has estado acostándote con Christopher? -dijo su padre a punto de explotar.

-Papá, tranquilízate...

-¿Me estás pidiendo que me calme? ¡Eres una niña! No tienes ni la edad ni la madurez para andar de prostituta.

-¡No soy ninguna prostituta! -chilló dulce-. Qué retrógrado eres.

-Eso significa que ayer estabas con Christopher, ¿no? -dulce asintió-. ¿Te escapaste de casa?

-No, mamá. Él vino a verme -dijo ella suspirando.

-¿Lo hiciste en mi casa?

Dulce suspiró a punto de llorar.

-Qué decepcionado estoy -dijo. ¡Es un hombre! ¿No te das cuenta? ¡Se está aprovechando de ti! ¡Te debería dar vergüenza, Christopher. Te estás aprovechando de una niña.

-Para -dijo dulce sintiendo como Christopher apretaba su brazo con fuerza.

-¡Se creen tan maduros que podéis hacer cosas de adultos! ¡Pues a ver cómo se sentiran con un mocoso a cargo! Qué vergüenza. Andres debe de estar tan decepcionado de ti... ¡Te has atrevido a tocar a mi hija!

-¡Papá, para! ¡Lo estás asustando!

Christopher estaba llorando. Dulce le acarició el rostro con suavidad y le besó la cabeza cuando él se acomodaba en el hombro de ella para seguir llorando.

Pequeño Inocente (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora