Desconocidos||C.V. Y TÚ||TERMINADA

17° Autobús

Todo el día estuve concentrándome en hacer mi tarea y avanzar con mi ensayo.
Miraba constantemente mi celular para ver si tenía algún mensaje de Eloisa, tal vez un "¿Vamos por un café?" "¿Me ayudas a pintarme las mechas?" "¿Una hamburguesa?"
Pero nada, no había nada

Eran las 9:32, termine de lavar los trates de la cena con mis padres y subí a la habitación, tome mi celular y marque al número de Eloisa

Nada.

No contestó la llamada, no me daría señales de vida, tome mi bata de baño y me adentre a esté, abrí la regadera para que el agua comenzará a temperarse, me adentre y comencé a ducharme, después de ello, me coloque mi pijama y a dormir, mañana pasaría temprano por Eloisa para ir a la escuela, para mañana tal vez ya esté mejor de humor.

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Toque el claxon por tercera vez, tal vez Eloisa se había vuelto a quedar dormida, apague el auto y baje, cuando estaba por tocar, Aarón abrió la puerta

—¿Tú eras la del claxon? —Dijo él y yo asentí

—¿Tu hermana se volvió a quedar dormida? —Dije y él me miró desconcertado

—Ella se fue en el autobús desde temprano, dijo que tú estabas enferma y no irías a clases —Dijo y me lamente

—Ah si, pero al final me sentí mejor y pues... Pensé que nos iríamos juntas, gracias —Dije antes de correr al auto, conduje a la escuela, Eloisa odiaba usar el camión escolar a parte de que esté pasaba más temprano de lo que ella estaba acostumbrada a despertar

Antes de ello, pase por unos cafés del autoservicio, después de ello, conduje directamente hasta la escuela, al llegar tome los dos cafés y me dirigí al salón, al entrar, Eloisa estaba sentada en las últimas bancas, dónde nos sentamos antes de lo que pasó con Dylan, caminé hasta ella, tenía sus audífonos puestos y golpeaba la mesa con el lápiz

—Cafe Latte con leche de almendras, tibio y sin azúcar —Dije colocando su vaso en la mesa, ya me sabía de memoria su café favorito

—Gracias, pero ya tomé —Dijo mostrando su termo de café casero, ella jamás lo hacía

—Pero...

—A sus asientos, jóvenes —Dijo el profesor Vélez, todos comenzaron a sentarse, pero cuando quise tomar asiento con Eloisa, ya no había disponibles, estaban ocupados —Señorita MacCallister, ¿Me haría el honor de tomar asiento de una vez? —Dijo el profesor serio, asentí y sin despegar mi mirada de Eloisa me fui, tome asiento en los anteriores y sentí como mi lado izquierdo estaba vacío

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—Para la próxima lo mando a dirección, señor Gilbert —Dijo el profesor Velez antes de que el timbre sonará, la clase se dió concluida, ví a Eloisa caminar hacia la salida, me acerque y tome su brazo, pero ella al instante se soltó

—¿Que sucede? —Dijo ella de mala gana

—¿Irás a cafetería? Te acom...

—______, sinceramente quiero estar lejos de ti... No te culpo de nada, pero simplemente no puedo verte y no recordar lo que ha pasado, así que... Déjame sola —Dijo Eloisa antes de irse sin más, me sentía tan triste, tan mal y tan decepcionada de mi misma

—¿Todo bien, señorita MacCallister? —Dijo el profesor y yo asentí

—Si... Todo bien —Dije antes de regresar a mi silla, todo están terrible, pero no me iba a desahogar con mi profesor de historia

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Camine por los pasillos de la escuela, debía ir a la oficina del profesor Vélez, pero antes, pasaría al consejo estudiantil

Durante varios meses me han insistido en que sea presidenta, pero no, no me agradan tanto las personas siquiera de ahí

Dejé unos papeles, cosas para el periódico mural, caminé hacía la oficina del profesor, pero él estaba en el pasillo, hablando por teléfono

—Si, yo también las quiero muchísimo... Te extraño, mi bebita —Dijo él y fruncí el entrecejo, o le hablaba a una niña o a una mujer con poco amor propio como para que le digan que si —Tengo que irme, saludame a Becca —Dijo Christopher antes de colgar, guardo su celular y me indico que entraramos

—Ya tengo un avance, anoche hice algo —Dije mientras sacaba mi carpeta con mis hojas

—Okey... ¿Y cómo estuvo tu día? —Dijo el profesor, yo solo lo mire con una ceja alzada

—Ah... Bien, gracias —Dije sin más, Christopher asíntio pero su mirada seguía puesta en mi

—Note que la señorita Porter estaba alejada de usted —Dijo el profesor, vaya, hasta él lo había notado

—En primero, puede tutearme, dígame _______, en segunda...