Desconocidos||C.V. Y TÚ||TERMINADA

10° Brazalete

|Narra (------)

Después de haber salido de la oficina del director, Eloisa y yo nos fuimos hacia la plaza, mañana era el cumpleaños de mamá y quería darle un obsequio

—¿Y que es lo que querías decirme? —Dije mientras miraba las vitrinas con collares y aretes

—Es que... Desde hace bastante tiempo me gusta alguien pero no sé como decirle, es algo complicado, tu sabes que a mí nunca me gusta nadie, pero esta vez si me gusta esta persona —Dijo Eloisa y rápidamente la miré, ciertamente Eloisa no era de las personas que solían involucrar sentimientos con los chicos, siempre se mantenía alejada de ello

—¿Es uno de los chicos con los que te acostabas? —Dije y Eloisa negó

—No, a esta persona la conozco de mucho tiempo, pero me da mucho miedo decirle, ¿Que tal y no siente lo mismo que yo? No quiero terminar rechazada y hasta entrando en una depresión como la tuya —Dijo Eloisa antes de dejar salir un suspiro haciendo que su mechón rosa se haga hacia atrás

—Eloisa, jamás pierdes nada intentando, si te gusta pues dile, que no te importe lo que digan, tú arriésgate y si algo sale mal, aquí estaré yo para consolarte e ir a tirarle huevos a su casa —Dije con una sonrisa y Eloisa también sonrió, odiaba ver así a mi mejor amiga, nadie debería sufrir por amor, pero aqui estamos de claro ejemplo nosotras

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Después de haber elegido un hermoso brazalete de oro para mamá, pase dejando a Eloisa a su casa y después yo me dirigí a la mía, comencé a hacer mi tarea mientras escuchaba música

Cuando termine me puse en mi computadora a ver notificaciones de redes y mensajes, pero entonces me entró la curiosidad, tomé mi teléfono y busque en Tinder el nombre del profesor, abrí el buscador de facebook y lo puse, después de unos 15 minutos de búsqueda y revisar perfiles, ahí estaba, el perfil de facebook del profesor Vélez.
Tenía varias fotografías de viajes, había unas de Japón, de Marruecos, Holanda, Brasil, México e incluso Canadá, había varias dónde estaba en un estadio, al parecer era fanático del béisbol, había de él con la que parecía su familia, él abrazaba a una mujer pelinegra de estatura baja, mire varios comentarios de la fotografía y note que esa podía ser su madre, cual buena espía también me metí al perfil de su madre, habían varias fotos de él más joven, algunas muy graciosas, también descubrí que tiene un hermano al parecer mayor a él

Ciertamente el profesor era una persona muy atractiva, de buen porte y educación, atlético y caballeroso

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Al día siguiente me levanté e hice mi rutina diaria, me bañé, lave los dientes y arregle para la escuela, baje con el regalo de mi madre en las manos y se lo entregué, ella lo acepto gustosamente y nos dispusimos a desayunar, después de ello lave mis dientes de nuevo y subí a mi auto, no me gusta manejar, pero a veces lo maneja Eloisa, llegué a casa de dicha y rápidamente me cambié de asiento

—Eso es injusto —Dijo ella con una sonrisa y yo sonreí

—No siempre la vida es justa, cariño —Dije antes de darle un guiño, ella rodó los ojos y se subió en el lado del piloto y comenzó a conducir

—¿Hiciste la tarea de francés? —Dijo ella y yo asentí

—Si, por supuesto —Dije y ella sonrió —Tú no la hicistes, ¿Verdad? —Dije y ella negó con una sonrisa

—Mas te vale copiar más rápido está vez —Dije mientras colocaba música en la radio

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—Sabes, adoro a la profe Eli pero me es tan aburrida —Dijo Eloisa quejándose

—No digas eso, ella es la profesora perfecta, gracias a ella ya me podrán confundir con una francesa —Dije con gracia, Eloisa rió y ambas nos preparamos para la siguiente clase, ahorita no saldríamos al descanso, el salón se fue vaciando poco a poco y solo quedamos Eloisa y yo

—Oye...

—Señorita MacCallister —Dijo el profesor de historia interrumpiendo a Eloisa —¿Puedo hablar un momento con usted sobre el trabajo asignado? —Dijo el profesor y mire a Eloisa para darle a entender de qué iría con él —¿Dónde trabaja con los demás profesores? —Dijo el profesor

—La mayoría del tiempo en sus oficinas —Dije y él me miró curioso

—¿Oficinas? No me han asignado una —Dijo Christopher y yo rodé los ojos

—No se asignan, usted la toma, debe estar en el segundo edificio en el pasillo tercero, la de usted debe decir historia universal —Dije yo con obviedad y él asíntio

—Despues de usted —Dijo dándome el paso a mi, rodé los ojos y comencé a caminar...