El Héroe de los Fracasados.

El Inicio de la Desgracia

Emiya

“¡Shirou y yo, nos vamos a casar!”

Un golpe seco se escuchó en la habitación, después fue seguido de otros más. Se podía ver la desdicha en el rostro del hombre que continuaba golpeando un saco de box para desahogarse y tratar de olvidar las palabras que sellaron su condena.

No lo podía entender, ¡¿Porqué lo eligió a él?! El maldito mocoso no tenía nada de especial, solo un sueño estúpido y autodestructivo... Aunque me repugna recordar que una vez, yo también fui así. Tan solo quisiera golpear su rostro y tirarle los dientes, tal vez así me sienta mejor.

—Yorokobe Shonen.

Esa maldita voz... ¿Porque tenía que aparecer el maldito sacerdote falso en este momento?

—¿Que carajo quieres, Kirei? Estoy tan molesto que ni Gilgamesh podría salvarte de mi, si decido empalarte con mis espadas.

El sacerdote se mantuvo con la misma expresion de mierda de siempre, pero se notaba a leguas que por dentro se regocijaba ante la desesperacion y dolor que experimentaba el Counter Guardian en aquel momento.

—Veo que has estado ocupado.

—Ve al grano, no estoy de humor para estupideces, aunque si te ofreces como chivo expiatorio para saciar mi sed de sangre, no tengo problemas.

—Tranquilizate, aunque me guste tanto verte sufrir, he traído algo que tal vez pueda ser de tu interés.

Dicho eso, el sacerdote le pasó un folleto un tanto peculiar.

—¿Un complejo de departamentos?

—En efecto, mi estimado. Tienes que buscar un lugar en donde quedarte, a no ser que seas lo suficientemente masoquista como para quedarte bajo el mismo techo que la mujer que amas y ver como es feliz al lado de la persona a quien más odias.

¡Agh! Odio cuando el bastardo tiene razón. Preferiría vivir bajo un puente antes que escuchar al maldito mocoso follandose a quien debía de ser mi esposa.

—Hmp... Lo consideraré, pero que conste que sigo odiandote.

—No esperaba menos de ti, aunque algo me dice que tomarás la misma decisión que la mocosa insolente.

¿Mocosa insolente? Ah... “Esa” mocosa insolente... Tan solo de pensar en ella ya me está dando dolor de cabeza.

—No me digas que Chibi se mudó ahí... Recuerdo haber escuchado al mocoso, preocupado por que se fue de casa. Aunque no es como si su “Padre” haya protestado al respecto.

Flash Back

—Mordred... ¿Te comiste todas las donas?

—¡Claro que no!

—¡¿Entonces que carajos es ese polvo blanco que tienes en la cara?!

—... Es cocaína.

Suspiré con resignación, viendo de lejos como Arturia se lanzaba sobre su “Hijo”.

Fin Flash Back

—No sé todos los detalles de su historia, pero según tengo entendido, Gilgamesh le ha tomado cierto cariño al pequeño gremlin. La llama su digna heredera.

¡¿El Rey de los Héroes está corrompiendo a Chibi?! ¡Ese bastardo...!

—Lo haré, me mudaré a ese jodido edificio, todo sea para joder los planes del doradito.

—¡Excelente! Haré los preparativos para que mañana mismo puedas trasladarte.

Algo estaba tramando el sacerdote, pero en ese momento no podía importarle menos. Era momento de joder a su némesis y salvar la inocencia de Chibi, solo Alaya sabe que tan ingenua puede llegar a ser la niña.