- SÁLVAME CAPÍTULO 24-

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Mire mi primer desayuno en años, me senté frente al tazón agarré la cuchara que estaba al lado de este y comencé a comer los cereales estaban crujientes, eran dulces y deliciosos además de la leche le daba más sabor, Ban me miraba de vez en cuando luego de que su padre saliera de la cocina para poder ir a trabajar .
Una vez que haya terminado, él se levantó, tomó mi tazón y lo dejó dentro del lavaplatos. Me sonrío

- Bien tenemos veinte minutos antes de la primera clase y de aquí son como diez minutos en auto llegaremos bien - se encogió de hombros

Me tomó de la mano y me dirigió a lanza la donde el agarró su mochila y la mía sacó las llaves de su auto de su bolsillo delantero de la chaqueta y abrió la puerta.

- ¡ Ya nos vamos, mamá!

-¡ Bien ! ¡ Cuidense !

Ban salió, sin soltarme la mano aún y se dirigió a su auto luego de cerrar con firmeza la puerta de entrada; abrió el auto y me abrió la puerta del copiloto.

- Las damas primero - dijo haciendo una mueca graciosa

Reí tímidamente sin decir ni una palabra, me acomode en el asiento de cuero frio y deje la mochila vacía a un lado, luego de que el subiera, hizo partir el auto y nos pusimos en marcha.

Luego de dos minutos por los senderos cubiertos de nieve aún no derretida, subimos por la carretera y sentí como Ban aumentaba la velocidad poco en poco. El camino fue mayormente en silencio, la radio estaba apagada y solo escuchábamos las ruedas en el asfalto, el motor y nuestras respiraciones; me acomode contra la puerta, mirando por el rabillo de mi ojo de vez en cuando el serio perfil de Ban, sus ojos sumidos en pensamientos que no conocía y su mirada concentrada en la carretera. En ningún momento descubrió que yo lo miraba.

La escuela se veía ya, cuando aún quedaba 11 min para la primera clase.Ban estaciono el auto junto a otro rojo y blanco, quitó las llaves, se bajó con su mochila en la mano , tambien la mia y me ayudo a bajar me dio la mochila me la coloque en mi hombro y antes de caminar hacia la entrada me detuvo y me miró fijamente.

- Yo te estaré mirando cuando no esté contigo, aunque tu no me puedas ver, ¿Bien?, No dejare que nadie te moleste, estaré cerca de ti.

-Ban... - quise protestar, pero con su expresión dura, ojos firmes y mandíbula apretada supe que no era mejor no hacerlo- bien... gracias

- No hay porque - me sonrio y comenzo a caminar sin soltarme la mano manteniendo nuestros dedos firmemente unidos.

A medida que nos acercabamos hacia la entrada, las personas se nos quedaba mirando, algunos murmurando a las personas de su lado y otros mirando completamente impresionados ¿ porque? claro ¿cuando se habrán imaginado a mi caminando de la mano de un chico? nunca, la incomodidad comenzaba a aparecer en mi rostro , mientras disimuladamente intentaba soltar el agarre de los dedos de Ban sobre los míos, EL no me dejo.

Prácticamente me arrastro por los pasillos hasta llegar a mi casillero, donde dos chicos estaban apoyados, hablando y riendo. Ban resopló, antes de carraspear la garganta, ambos voltearon a vernos y su sonrisa desapareció, sus miradas bajaron a nuestra unión de manos y después subieron la mirada hacia mi, entonces mire hacia otro lado asustada mientras tragaba saliva sonoramente.

- ¿ les importaría?- señalo mi casillero, ellos se miraron y sin decir ninguna palabra, avanzaron a pasos rápidos, dejando al descubierto la palabra ""puta"" con plumón escrita sobre la pared azul en este, el agarre se identifico, tanto que comence a pensar que Ban podría romperme los dedos con mucha facilidad.

Los chicos que antes estaban allí, se echaron a correr, desapareciendo entre la multitud de personas que se habían acercado a ver el espectaculo. Sentí a Ban gruñir por lo bajo intentando hacer caso omiso a sus instintos que decían, que tras ellos para darles una lección. ÉL me miró, sabiendo que intentaba deducir la expresión en mi rostro: TRANQUILIDAD 

- Luego los buscare para charlar con ellos- suspiro sacó un pañuelo que llevaba en uno de sus bolsillos y comenzó a limpiar la palabra que luego de unas frotadas, comenzaron a desaparecer 

Una vez que la mayoría de las letras hubieran desaparecido se hizo aun lado y me soltó la mano.

- Saca tus cuadernos para que vayamos a clases - señalo

Asintiendo, introduje mi clave antes de abrirlo y sacar los respectivos libros que necesitaba para mí siguientes dos clases y los guarde en mi mochila. Volví a colocarla en el hombro y miré a Ban, quien me miraba.

- Vamos - dijo, pasando uno de sus fornidos brazos por hombros y dirigiendome a nuestra única clase juntos : HISTORIA 

Salvame (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora