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-No esperes que esté contento por eso Jimin, no confío en él.
-Nam-hyung...- reclamó el pelirosa desde el otro lado de la puerta mientras se quitaba la ropa y se preparaba para volver a su departamento -Es el mejor amigo de JungKook, hyung, y si el confía en el yo también lo haré.-
-¡Ni si quiera lo conoces Jimin!- contradijo.-¿Escuchaste a JungKook esa vez?- preguntó recordando la escenita que le había armado JungKook ayer a su hermano cuando le había llamado por teléfono para "informarle" que Yoongi iría a hacerle compañía, por no decir cuidar de él. El miraba atento desde el sillón como Jimin simplemente asentía sin reclamarle a su novio para luego despedirse y colgar el teléfono.
-¡Ni siquiera pidió tu opinión! simplemente lo decidió y ya.
Jimin abrió la puerta de repente asustando a NamJoon y dejando ver como el menor tenía cruzado los brazos sobre su pecho claramente enojado por las acusaciones hacia su pareja.
A NamJoon nunca le agradó mucho la relación de su hermano con JungKook por varias razones, aún así, ver a su hermano tan enamorado de JungKook lo hacía felíz, y si Jimin lo era no tenía tanto problema con eso.
NamJoon suspiró rendido y se abrazó a la pequeña cintura de su hermano
-Te llevaré.
-No es necesario Nam, se cuidarme solo.- se separó aún molesto.
NamJoon asintió sin decir ni una palabra más y le extendió un pequeño envase amarillo lleno hasta el tope de pastillas. Jimin los tomó sin mucha delicadeza de las manos contrarias y las guardo rápidamente en uno de los bolsillos de sus jeans.
-No te olvides de tomarlas.
-No lo haré, nunca lo hago.
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Jimin cerró la puerta y se adentró al lugar, lo que no esperaba es que al llegar a su habitación encontraría con un chico de hebras negras recostado y expresión tranquila sobre su cama.
Jimin se paralizó por un segundos en su lugar, viendo las finas facciones del chico y dudando si llamar a la policía o salir corriendo del lugar.
