Ahora hacía calor, el castaño realmente no tenía qué hacer.
Tener vacaciones en la universidad no era tan divertido, pero agradecía mentalmente el hecho de tener más tiempo para dormir.
Aún así debía ir al trabajo de nuevo.
—Changkyun vino a cuidarte.— habló Hyungwon, colocando un poco más de alimento en la pequeña taza del conejo.
Le acarició un poco y se despidió de él con un movimiento suave de mano.
—Le coloqué comida, sí se agota el agua, sabes qué hacer, Kyunnie.— le comentó al menor, mientras revolvía los rojizos cabellos contrarios.
El otro chico sólo blanqueó los ojos con aburrimiento, y se lanzó en el sofá.
—Cuidaré bien de Wonho, no te preocupes, hyung.—le aseguró, para luego sonreír.
Y bien, Hyungwon confiaba en él.
—No llegaré tarde.— aseguró, y sin más, se marchó.
Viendo el lado positivo, era bueno que el menor no estuviese estudiando ahora. Así podría ayudarlo un poco.
Ya Hyungwon se encargaría de pagarle por cuidar a Wonho.
—Doctor Chae, muchísimas gracias, de verdad.—agradeció la chica, con los ojos cristalinos.
El castaño mostró una sonrisa muy linda y sólo tomó las delicadas manos de ella.
—No es nada, puede llamarme sí necesita algo más.—le respondió, recibiendo como respuesta un abrazo apretado.
Suran agradeció nuevamente, y le susurró un suave"Agradécele al doctor por cuidar de ti" a su pequeña hija mientras la tomaba de la mano.
—Gracias, señor Hyungwon.— le dijo ésta, mientras observaba sus pequeños e inquietos pies.
Señor Hyungwon, wow.
—No es nada, Jennie.— respondió.— espero que te portes bien y no lastimes de nuevo tu brazo, ¿bien?—habló, con cierto tono dulce. Realmente quería mucho a la pequeña pelinegra.
La mencionada asintió efusiva, mientras abrazaba con cuidado una de las largas piernas del pediatra. Él sólo peinó un poco sus sedosos y oscuros cabellos.
—Vámonos, pequeña. El doctor también tiene que irse.— habló la chica, riendo un poco. La pequeña tomó su mano, y con la que tenía libre se despidió del castaño.— adiós, y gracias de nuevo.— volvió a decir ella, inclinándose un poco, para luego salir del consultorio.
Lo bueno de su trabajo eran las pequeñas situaciones como éstas. Ver niños felices y saludables. Ver como realmente su esfuerzo valía de algo.
Sin duda, Chae Hyungwon no se arrepentiría nunca de ser médico, pediatra.
El turno, o bueno, su propio turno culminó hace algunas horas. Pero el castaño caminaba calmado por las calles de Seúl. Concentrado sólo en no tropezar con alguna piedra y en la llamada que mantenía con su madre.
Uno que otro tema de conversación, su madre preguntando por Wonho y él preguntando por su tía, cosas entre madre e hijo, supongo.
—Si, si. Ya la pequeña Jennie no tiene el yeso.—habló éste, mientras asentía solo.— uh, si. Me enteré de ello, ya iré a verlo mañana, espero que no sea muy grave.
Frunció un poco el ceño, temía que su pequeño vecino tuviese algún tipo de fisura. Ya se encargaría de revisarlo por completo.
—Ni me preguntes, chismosa.— respondió bromista. Ya ni siquiera sabía de qué hablaba su madre, pero ahí estaba, respondiendo.
Un "bueno, mira bien antes de cruzar" fue lo último que se escuchó tras la línea, seguido de un pitido. Su madre había cortado la llamada.
Así que sólo caminó hacía la tienda. Tal vez un poco de dulce haría feliz a Changkyun, y a él. Wonho por su parte, comería una zanahoria.
[ Ya casi termina:(
Btw, espero que estén bien, sí necesitan hablar con alguien para desahogarse un poco, pueden escribirme con toda la confianza, adiós! uwu ]
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Red wish;; 2won.
FanfictionY él sólo deseó dos cosas, amar y ser amado. Y qué sabía él, que aveces los deseos más imposibles pueden volverse realidades, aunque sucedan de una manera no tan común. ...