Capítulo 12: Entresijos en París.

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Narrador en tercera persona:

La prisión Fromage Durci situada en las fronteras de París no es que se diga un lugar de amor. Es de esas prisiones que entraban pocos rayos del alba y los fluorescentes que se suponía que iluminaban este tétrico lugar eran defectuosos y solo parpadeaban. Las paredes eran grises y de hormigón, con agujeros en los que convivían hormigas, arañas, ratas... La planta en la que se situaban las celdas era una especie de gran balcón con un gran hueco en el que se veía la planta de abajo, el comedor, y las celdas rodeaban todo este hueco. En las afueras del comedor se encontraba el patio que no era mas que un gran terreno de tierra con grandes rocas en la que los prisioneros las picaban o hacían hoyos en la tierra. Las celdas tenían barrotes oxidados que solo con tocarlos te transmitían decenas de enfermedades de los presos que estuvieron antes que tu, además de que solo tenías una cama y una pequeña ventanita que no comunicaba a la calle sino a la celda de tu compañero.La prisión era mucho mas grande pero solo esos 3 pequeños espacios eran para los presos.
Esta prisión no era una cualquiera. En ella se encontraban los mayores criminales de talla mundial. La mayoría de ellos tenían poderes por lo tanto había que tomar medidas mayores o sino se escaparían como Houdini el escapista. La solución fue contratar a los mejores militares participantes de la guerra de los mutantes para encargarse de esta misión. Y es que estos eran super humanos que sabían usar sus poderes a la perfección muy profesionales y serios en su trabajo.
En una celda de esta cárcel triste con colores apagados y muchos grises había un preso que en su pared había un grafitti con una gran variedad de colores y hecho de forma bastante profesional, en el ponía LOKI.
El hombre que vivía en esta celda era uno de los terroristas mas peligrosos del mundo causante de un homicidio en un circo. Si, era un payaso. Su cabello era naranja, con una larga trenza, sus rasgos faciales eran sutiles y arreglados, no tenía un solo pelo en el cuerpo y se pasaba las horas probando estilos nuevos de maquillaje, además el mono naranja de la prisión le encantaba, decía que le daba un toque vintage . Se estaba maquillando, cuando se estaba pintando los labios de un tono carmesí puro cuando dijo:
- Otro día mas en la ciudad del amor.
Un guarda golpeo dos veces en los barrotes desprendiendo partículas de oxido y dijo serio:
- Tienes una llamada.
Loki se levantó de forma femenina y cogió una bola de hierro que le impedía andar.
- ¿Para mi? ¿Quien será? No me deje con la incertidumbre abra la celda rápido.
El guarda le miro con seriedad y abrió la puerta. Loki sostuvo la bola de hierro con una mano y miro al guarda con una sonrisa algo pícara.
- Alexis tienes una cara muy seria no ves que eso es malo para el cutis- Dijo Loki pellizcando sus mofletes.
- NO ME TOQUES.- Dijo el guarda abofeteando la cara de Loki
Loki tendido en el suelo se acaricio con suavidad el moflete vio como un preso se mofaba de el. Loki le clavó la mirada con ira y el preso cambio su expresión a seriedad y dejó de hacer contacto visual.
Una vez en la Sala de visitas cogió el teléfono rodeado de cámaras y micros, además la Sala estaba insonorizada.
Esperó a que el teléfono sonara, lo descolgó y lentamente se lo acercó en la oreja.
- Quien es el indeseable que ha interrumpido mi sesión de maquillaje- Dijo Loki jugando con su trenza.
- Loki soy tu padre...
Los ojos de Loki se sobre saltaron y su corazón por un momento se paralizó. Sus pupilas se dilataron. Era el Doctor Tormadus. (No, Tornadus no es su padre)
- ¿Como dices? No te oigo, baja el volumen de la tele y esconde el cinturón- Dijo Loki sacando a relucir su gran sonrisa.
Tornadus se dio con su palma en la cara y la arrastro hacia abajo decepcionado. Debía hablar con una voz de un hombre de unos 60 años con sordera.
- Soy yo, te voy a hacer una visita ahora, acabo de aterrizar en el aeropuerto de París. Me voy a instalar en un hotel así que necesitaré que unos mozos me ayuden con las maletas, ya sabes lo cascado que estoy de la espalda- Dijo Tornadus bajando de el avión y poniendo una voz de fumador que tiene los pulmones más secos que una pasa.
Loki no pudo aguantar su risa y se empezó a descojonar poniendo su cabeza en el escritorio y golpeando la mesa.
- Vale amado padre espero que no le pase nada, yo nose que sería de mi sin ti... Por cierto donde te alojas- Dijo Loki intentando hacer de rabiar a Tornadus pero se dio cuenta de que había colgado justo cuando se había empezado a descojonar.
Loki dijo que su padre era mayor y aún no sabía muy bien usar el móvil. Uno de los policías le agarro del mono y le echo la bronca por haber roto la mesa. Justo en ese momento sonó el timbre de salir a comer, el policía le soltó y Loki se salvó por la campana.

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⏰ Última actualización: Feb 01 ⏰

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