TRES

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El toque en su puerta lo hizo mirarla de forma rápida cerrando el pequeño cofre y escondiéndolo bajo su escritorio, se levanto y camino hacia la puerta para poder abrirla, la pequeña imagen de su princesa lo hizo sonreir.

-¿Qué pasa pequeña?- le dijo mientras la dejaba pasar a su estudio.

-Es que Taetae ya no quiere jugar conmigo- le dijo haciendo un puchero mientras se sentaba en la silla giratoria de su padre.

Jungkook solo pudo reír enternecido, su pequeña era muy tierna.

-Pues ya veo que es hora de la comida- miro el reloj en su muñeca -Por que no vas con tu madre a comer un poco y en un momento las alcanzo- Le dijo tratando de convencerla.

-Porque mamá salio hace rato con la tía Lisa, dijo que volvía mas tarde y Nana se fue a comprar la comida- le dijo haciendo un puchero aun mas grande -Y aparte quería pasar tiempo contigo papi- le dijo con un tono de voz mas bajo.

El azabache solo pudo caminar a ella para cargarla y sentarla sobre su regazo en la silla.

-Hoy estoy algo ocupado princesa, que tal si mejor...- se quedo pensativo -¿Que tal si mejor de rato jugamos a tomar el té?- el brillo en los ojos de su hija lo hizo sonreír, la pequeña se bajo de su regazo y corrió hacia la puerta balbuceando muchas cosas.

- Entonces tengo que traer al señor Cooky y al señor Koya para que vengan con nosotros, tengo que hablar con Taetae también, e-el no puede perderse el Té- la angustia en la voz de la pequeña lo hizo sonreír, al ver que salio corriendo y azoto la puerta soltó una ligera carcajada.

Su pequeña de nueve años había crecido muy rápido, podía recordar el momento en que la vio por primera vez y de nuevo la nostalgia lo acogió recordando así de nuevo el porque tenia aquel cofre entre sus manos.

Su pequeña de nueve años había crecido muy rápido, podía recordar el momento en que la vio por primera vez y de nuevo la nostalgia lo acogió recordando así de nuevo el porque tenia aquel cofre entre sus manos

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-Esta es nuestra habitación, tal ves dentro de un par de días encontremos un departamento lo suficientemente grande para los cuatro- Kook lo miro sorprendido.

-¿U-un departamento?- le dijo incrédulo. -Pensé que solo estaríamos aquí todas las vacaciones- la pequeña carcajada grave de Tae lo hizo encogerse un poco.

-¿No te lo ha dicho Yoongi?- el castaño negó. -Bueno quizá Jimin tampoco le haya dicho- Frunció un poco sus labios. -Se quedaran aquí en Búsan medio año, creo, porque Jimin encontró un curso de producción para Yoongi- 

-¿Q-qué?- Kook sintió como se le revolvía el estomago. -¿Y la universidad? Mi madre va a matarme- Tae noto su expresión de pánico y llamo su atención.

-Ey, tranquilo, aquí en Búsan hay muy buenas universidades así que no te preocupes por eso-  El castaño se relajo un poco pero luego miro a Tae con un poco de preocupación.

-No es solo eso Tae, necesito dinero y aparte no quiero estar lejos de casa tanto tiempo- El azabache rió otro poco y Kook lo miro confundido.

-Esta bien, no te preocupes, si para el final de las vacaciones no quieres estar aquí con nosotros, podemos comprar un boleto de regreso a Daegu y problema resuelto- le sonrió sinceramente y Kook solo pudo suspirar rendido, esa era una buena opción. -Y si no te quieres ir, pues aquí estaremos- El castaño sonrió.

Tal vez ya era hora de abrir sus alas y estar fuera del nido.

Una semana había pasado y los chicos pudieron encontrar un pequeño departamento de tres habitaciones, la relación entre los cuatro con cada día que pasaba se fortalecía, no tardaron mucho en tomar confianza

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Una semana había pasado y los chicos pudieron encontrar un pequeño departamento de tres habitaciones, la relación entre los cuatro con cada día que pasaba se fortalecía, no tardaron mucho en tomar confianza.

Los sentimientos de Yoongi y Jimin no tardaron en crecer, eran como dos volitas llenas de amor, que casi mataban a Jungkook de diabetes, o al menos era lo que pensaba el menor de los cuatro.

Por otro lado la atracción entre Tae y Jungkook crecía un poco mas, se la pasaban jugando videojuegos en sus teléfonos o les gustaba salir y jugar en la playa, como en ese preciso momento.

Tae corría por la playa con una de las chanclas de Jungkook y este corría detrás de el gritándole un montón de barbaridades, para ser un chico muy tierno tenia un vocabulario de camionero.

-¡Kim Taehyung! ¡Si no me regresas mi chancla te juro que te voy a patear las bol...!-

-¡Jungkook! Que te e dicho de esas palabras- el castaño dejo de correr y agacho la cabeza.

-¡Jimin-hyung el empezó! ¡Me quito mi chancla!- Lo apunto acusador y Tae solo pudo reír por lo tierno que se veía, se acerco a el y rió por los tiernos golpes que le propinaba el castaño en el pecho.

-Ten ya no te pongas así- le dio su chancla para luego cargarlo cuando se distrajo. -Woa~ Jungkokie~ eres tan liviano- empezó a darle vueltas y las carcajadas de Jungkook no se hicieron esperar y el azabache no pudo evitar sonreír.

-Chicos se van a caer- la advertencia de Yoongi paso desapercibida por los dos mas jóvenes.

-No, hyung lo tengo todo control...- Tae se tropezó con sus propios pies y junto con el castañito cayeron al agua.

-¡Aah... Esta Fria!- el grito del mas pequeño hizo reír a sus hyungs.

-Se los dije- Yoongi los miraba con diversión, mientras Jimin negaba con una sonrisa y se acercaba a ellos con un par de toallas.

Se levantaron y empezaron a secarse mientras Jimin acomodaba las cosas para empezar a cenar, el atardecer  estaba comenzando y ya casi era hora de irse a su pequeño hogar.

Sentados y contando entre risas pequeñas anécdotas de cuando eran niños o cualquier cosa sin sentido los chicos disfrutaban de su tarde, pero entre ellos el sentimiento del amor empezó a nacer en el pecho de cabello azabache al ver esa hermosa sonrisa de conejo y escuchar esa risa melodiosa.

Y su mejor amigo lo noto, el brillo en los ojos de su mejor amigo lo delataba, el solo pudo sonreír y acurrucarse mas en los brazos de Yoongi, era la primera ves que veía a su amigo sonreír de esa manera.

Y su mejor amigo lo noto, el brillo en los ojos de su mejor amigo lo delataba, el solo pudo sonreír y acurrucarse mas en los brazos de Yoongi, era la primera ves que veía a su amigo sonreír de esa manera

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Lee Yang Mi.

The One That Got AwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora