Termino de atender a una chica en la tienda, miro la hora en mi celular y veo que se me hace tarde ya.
-Mierda, ya me tengo que ir -Le digo a Daniel, el dueño de la tienda.
-Bien, ya puede irse -Me contesta colocándose detrás de la vitrina de los dulces.
-Como si pudiera quedarme. Vemos, manito -Me despido de él, llevándome la maleta del colegio.
-Vemos.
Camino rápido, ya son las 6:15 pm, y de aquí a allá son 20 minutos. Mi segunda llegada a clases y voy tarde. Debo ser más preciso en cuanto la hora de partida.
Voy casi tropezando, pero llego a tiempo al menos. Cruzo la puerta y le muestro el carnet estudiantil al guardia. Él me deja pasar, y para mi sorpresa veo una chica de frente, y a medida que se acerca la reconozco.
-Frederick, ¿eres tú? -Dice la delgada pelinegra de suéter, luego me abraza fuertemente.
-Karol... -Logro decir, casi sin habla por la sorpresa y su gran abrazo.
-Veo que sigues igual que de niño, mira, hasta tienes las mismas gafas. ¿Por qué no las traías ayer? -Me empieza a interrogar.
-... Calmada, déjame llegar por lo menos... -Intento entender, procesar por qué está aquí. -¿Como sabes que no las traía ayer?
-Te alcancé a ver por la ventana cuando entraste a tu salón. Te busqué en el salón pero no estabas -Comenta con su forma de hablar muy ágil.
-Pues no, estaba en el jardín -Le digo.
-Sí, te vi por la ventana, estabas con otro chico, el chico raro de ese ciclo -Me dice haciéndome caer en cuenta lo que pasó ayer.
-Ya entiendo -Al escuchar lo último me molesto un poco. -¿Tomas?
-Sí, ese. Yo de ti no me le acerco, me cae mal -Hace una cara de disgusto al advertirme.
-¿Qué?... pero si él me agrada...
Se escucha la campana para comenzar las clases. Voy caminando a mi salón y Karol me acompaña tomándome de gancho por el brazo. Esto me hace recordar muchas cosas con ella... después de todo... ella y yo nos conocemos por completo, literalmente. Entro con ella al salón, sigue hablando mal de aquel chico, como si fuera su enemigo número uno, no deja pasar un segundo en que no me diga algo que Tomas haya hecho mal.
-Ese niño es un hipócrita. Una vez me dijo en la cafetería que no me sentara a su lado. Ese fastidio debería ser más respetuoso con los que sí somos normales, ¿no, Frederick? -Mientras lo dice ve a Tomas entrar.
Tomas nos mira. Creo que escuchó lo que dijo Karol porque se sienta al otro lado del salón apoyando su cabeza contra su puesto y tapándose con sus manos.
-Oye, Karol... mejor ve a tu clase -Le digo serio.
-Está bien, te veo luego -Me besa la mejilla y se va.
Camino a donde está Tomas. Él esta escondiendo su rostro con sus brazos. Me agacho frente a su puesto y toco una de sus manos, está cálida y suave...
-Tomas... Tomas, ¿estás bien? -Le pregunto preocupado. Es muy agradable como para que alguien le lastime.
-Estoy bien, déjame -Ahoga sus palabras y aparta su mano de la mía.
-¿Puedo hacer algo por ti? -Acaricio su cabeza.
Los demás compañeros de clase entran, aún no llega algún profesor, pero yo me siento por si acaso al lado de Tomas. Sigo acariciando su cabello, suave y lento, como lo haría con una chica... supongo. Él gira la cabeza hacia mí y por primera vez logro ver su ojo derecho, y no sé, pero algunas lágrimas hacen a un rostro verse aun mas tierno... su cara pálida y tenue, ojeroso pero lindo...
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Psicosis
Novela JuvenilUna historia con un poco de mí. He intentado perfeccionarla a lo máximo posible. Espero os guste. (*Por cierto, esta historia es muy gay, así que no leer si eres homofóbico es mi recomendación*)