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No se cuando tiempo llevaban recorriendo aquellos arboles, se habían encontrado un par de personas que no tenían roles de elementos haciéndoles todavía el trabajo más fácil. Leah era experta en aquel juego y Bastian simplemente le seguía. No habian intercambiado muchas palabras, todo lo contrario, aveces solo se quedaban en silencio y esperaban a que algo o alguien apareciera. La noche cada vez se hizo más presente y Bastian se pregunto en que momento terminaba aquel juego. Perdido en sus pensamientos no noto que Leah se había detenido y la presencia de Leia se hizo presente, pocos metros de donde se encontraba el. Al girar su cabeza pudo ver que Leah se encontraba bastante lejos de el, escondida detrás de unos arboles. 

-¡Corre!-Le grito pero Leia había sido más rápida sujetando a Bastian del brazo, el no entendía que estaba ocurriendo.

-Lo siento llamita, ahora estas apagado-Aquella chica solto una pequeña risita de maldad a lo cual Bastian lo tomo con ternura, realmente tenia una risa bastante risueña, suave.

-¿Y cuando es que me sueltas...?-Pregunto mientras desviaba sus ojos hacia su brazo donde aún le sostenia.

-Jamás, si me despego de ti puede que te vuelvas a encender y eso...no ocurrirá porque no dejare que pase-Bastian sabia que había perdido pero si tenia la oportunidad de escapar la aprovecharía, busco a Leah con la mirada pero esta había desaparecido. Supongo que era una manera de sobrevivir, abandonándolo. Comenzaron a caminar ambos sin que Leia se separara, tenia que admitir que en el fondo le gustaba la forma en que su brazo se encontraba sujetando el suyo. Aprovecho aquella oportunidad que se encontraban solos para preguntarle realmente lo que tanto le venia inquietando.-¿Como has estado? Quise preguntártelo al siguiente día pero bueno, pasaste de mi.

Bastian uno de los primeros días de clases se encontró con Leia cuando se había escapado de una de las clases de español, el hablaba perfectamente español y aún así tenia que asistirlas. Leia por otro lado tenia hora libre pero no se encontraba con ninguno de sus amigos, el realmente no quiso acercarse pero al parecer ambos eran bastante distraidos y terminaron chocándose. Leia se encontraba con los ojos completamente rojos y Bastian no dudo en preocuparse, por más que no hablaba con nadie nunca iba a pasar de alguien que claramente no se encontraba bien. 

-Lamento mucho la forma en que actue aquel dia, y si...ya me encuentro mejor-Bastian no quiso indagar mucho más y luego no tuvo otra oportunidad porque llegaron a donde se encontraba la fogata. Todos los que se encontraban estaban sentados en unos troncos y Leia se tenso.-No me digas que los han matado a todos.

Leah repentinamente apareció y paso su brazo por mis hombros.

-Asi es, hermanita. Y como electricidad con agua hacen fuego...creo que Bastian ya no esta apagado-Leia miro a su hermana muy molesta pero me soltó rápidamente, Leah por otro lado comenzó a caminar llevándome con ella entre las personas. Otro chico aparecio, quien miro a Leia y luego nos miro a los dos.

-¿Hemos perdido?-Pregunto.

-Asi es...ahora puedes llorar tranquilo y convertirte en barro-Bastian observo como todos se levantaban, no entendía realmente que había ocurrido pero todos regresaban al salón.

-¿Hemos ganado?-Pregunto luego de que todos se fueran y solo quedaran ellos dos.

-Si. Destruimos al pueblo.

-Tú lo hiciste.

-La verdad es que no, solamente seguía el camino que Leia estaba tomando y los encontré fácilmente. Tierra al parecer me estaba buscando pero luego aparecieron ustedes y pude salvarte haciendo nuestra unión irrevocable por los espíritus agua y tierra.

-Increíble...he ganado un juego que ni siquiera se jugar-Solto con gracia.

-Suerte de principiante diría yo-Al parecer Leah era experta en hacer enojar a las personas y fue justo lo que en Bastian provoco. Regresaron al salón y se separaron, el se fue con su familia y ella desapareció. El menor de los Fauré no podía quitar de la cabeza la sensación que había sentido todo aquel tiempo que Leia sostuvo su brazo, era extraño y nuevo para el. Mientras tanto la menor de los Davies se encontraba realmente animada, por primera vez había sentido que había tenido una conversación normal con Bastian. No era tan parecido a lo que creyó, incluso era más amable simplemente que tenia esa manera de mantener distancia pero sabia que esa distancia poco a poco se iría acortando y pronto lograría conocer eso que tanto ocultaba, si es que realmente ocultaba algo.

Son las una y somos dosWhere stories live. Discover now