Solo una noche más

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Al principio cuando te enteras de este mal que posees no suele suceder nada, piensas "Bueno, debo convivir con ello y a lo mucho sentiré incomodidad en donde haya muchas personas, eso explicaría perfectamente porque siempre he sido así" haciendo referencia a tu falta de ánimos al conocer gente nueva y timidez; pero es en medio de un restaurante lleno de personas y bullicioso en donde sientes que las paredes se cierran a tu alrededor dando un ambiente claustrofóbico, incluso sin tener esa fobia, en donde los demás te miran solo a ti y te juzgan en silencio por cualquier movimiento que realices, incluso el respirar es una tortura, y aquellas risas llenas de júbilo y felicidad se vuelven en risas llenas de malicia y veneno. No vale la pena quedarse quieto o tratar de escapar del lugar, todos te seguirán mirando y siguiendote por más que no lo desees. Y eso solo pasa en tu mente, en realidad nadie te observa y nadie lo hará, no vales su tiempo ni tampoco te tienen el suficiente interés, eres solo uno del montón que se encuentra a los alrededores, pero que sin ti la vida de los otros no se ve afectada. Lo peor es que eres consciente de ello, sabes que nadie te observa y que no vales el tiempo de ninguno de ellos, pese a saberlo tus instintos te dicen que tienes que permanecer a la defensiva en cada momento, tus ojos te obligan a mirar a los alrededores esperando que las personas mágicamente desaparezcan, tus manos sudan nerviosas mientras juegas con tus uñas pensando que de ese modo el tiempo pasará de forma rápida. No llega a pasar absolutamente nada. Haz hecho todo lo que tu cuerpo y mente exigieron para tratar de sentirte cómodo, pero aún así sigues con ese terrible sentimiento imaginario en donde eres el payaso de aquel circo y aquellos quienes están a tu alrededor son un público que esperan que hagas algo para burlarse de ti. Lo peor de esa situación no es que los demás lleguen a enterarse de lo que te pasa haciendo que aquellos sentimientos se vuelvan realmente justificados, lo peor es que las personas alrededor de ti, las que de verdad te quieren, comienzan a preocuparse por ti o mejor dicho por tu culpa; "¿Estás bien?" te llenan de todos los tipos de culpabilidad posible en tan solo una frase sin que ellos quisieran hacerlo, culpa por sentirte mal estando con ellos, por entristecerlos, por preocuparte sabiendo que ellos están contigo y no te pasara nada, porque era un momento familiar el cual se jodio por tu maldita culpa en la que te preocupas por tener personas a tu alrededor. Quieres llorar, pero te niegas a hacerlo, llorar suele ser el mejor remedio para poder desahogar tus malos momentos y muchos lo recomiendan "Si quieres llorar, hazlo, nadie te niega a hacerlo"; no funcionará ahora, solo lograrás hacer aquello que tanto temes, tus peores miedos en ese momento se harán presentes si se te ocurre derramar una sola gota por tu mejilla. Estas ahí, sentado en una esquina, tratando desesperadamente de que el mal sabor de tu boca y tus ojos cristalinos desaparezcan disimulando tomar agua, comer algo o incluso riendo con algunos comentarios de tus parientes, mas el miedo continúa y no cesa por más que lo intentes. Después de unos minutos lleno de presión y ansiedad notas que la gente empieza a retirarse del lugar haciendo que aquella sensación vaya desapareciendo, tu cuerpo y mente dejan de estar gritándote "PELIGRO" para pasar a un simple susurro que dice "ya va a pasar...". Finalmente suscede, la gente se fue y quedaron solo rastros de lo que fue un lugar de pesadillas para ti, todo terminó después de una interminable hora, sin que lo hubieras deseado convertiste una noche familiar en un infierno, pero para los demás solo fue una noche más.

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