JUNTOS
*Narra ____*
Me desperté por culpa de los rayos del sol aterradores que entraban por la ventana, y con un dolor de cabeza matador.
Estaba acurrucada a Nash; su cuerpo cálido, su piel, sus lunares, sus brazos, su cara, sus labios, su nariz, sus pestañas, su pelo. Se veía hermoso durmiendo.
No pude contenerme; le acaricie la mejilla con mi mano y comencé a darle pequeños besos por el pecho, por el cuello, por las mejillas y finalmente llegue a sus hermosos y carnosos labios.
Nash comenzó a mover sus labios al mismo ritmo que yo.
Me separe rápidamente de los labios de Nash y de el. Me metí corriendo en el baño de la habitación de Nash. Me coloque frente al espejo; estaba horrible. Me lave la cara, cogí el único cepillo de dientes que había y me lave los dientes, me hice un coleta alta, volví a mirarme al espejo, y luego salí del baño.
-Que paso?- Me pregunto Nash.
-Nada nada, no te preocupes- Conteste yo.
-Okey- dijo Nash volviendo a tumbarse sobre la cama.
Suelo tener mucha energía por la mañana y ya no me dolía la cabeza, así que me tire sobre la cama y aplaste a Nash.
-¡Oouh!- Gruño Nash.
-Oh! Perdón, te hecho daño?- Dije tapándome la boca.
-No tonta! Ven aquí!- Dijo Nash cogiéndome de las mejillas y besándome. Madre mía, como besa!!
Yo estaba sobre Nash y seguíamos basándonos.
Tuvimos que separarnos para coger aire.
-Oye? Que hora es?- pregunte. -Y tu familia?-
Nash abrió los ojos como dos platos, me cogió de la cintura y me quito de encima de el, se levanto de la cama, me dijo que me quedara en la habitación.
Pasaron 5 minutos y Nash volvió a la habitación.
-Y tus padre?- Pregunte
-No están, y tampoco mis hermanos- Respondió Nash. -Me han dejado una nota, pone que están en casa de mis tíos, que han invitado a tu familia también, y que si queremos podemos ir a almorzar con ellos.
-Quieres ir?- Me pregunto Nash volviendo a tumbarse en la cama junto a mi.
-Vale!- Respondí. -Pero tengo que ir a casa a cambiarme.
-Okey- Dijo el.
Me levante de la cama, cogí mi mochila y fui al baño, me quite la ropa que Nash me había prestado y la puse en un cubo donde había mas ropa, cogí el vestido blanco y me lo puse, me coloque las sandalias, cerré la mochila y salí del baño.
Apoye mi rodilla en la cama y le robe un pequeño beso a Nash.
-Espera! Te acompaño a la puerta- Dijo Nash.
-Okey- Conteste.
Nash salio primero que yo de su habitación, así que yo iba detrás suya.
Me apetecía molestar, así que pegue un salto y me colgué de su espalda.
No se como lo hizo, pero me cogió y me llevo a caballito.
Baje las escaleras subida a el y haciéndole cosquillas en el cuello con mi nariz.
Por suerte no nos caímos por las escaleras.
Nash me bajo delicadamente y me dio un beso, igual al que yo le había dado antes.
Me abrió la puerta, pero antes de irme Nash me dijo que pasaría a por mi en media hora.Llegue a casa y lo primero que hice fue subir a mi habitación, sacarme la ropa, ponerla en el cubo de la ropa sucia y meterme en la ducha.
No me moje el pelo; no me apetecía. Lave mi cuerpo con un nuevo gel de ducha con olor a jazmín.
Cerré el grifo, cogí la toalla azul marino que estaba colgada en la mampara de la ducha. Enrolle la toalla a mi cuerpo y con la toalla de manos seque mi cara.
Volví a mi habitación, abrí el armario y de el saque unos jaenes negros, altos asta un poco mas arriba de el ombligo y con roturas en las rodillas; un top estrecho y corto de tirantes color blanco y también un jersey de lana color turquesa claro; unas vans negras con una raya blanca a la mitad y obviamente mi ropa interior, que no hace falta dar descripciones; coloque la ropa sobre la cama.
Volví al baño; cepille mi pelo y me hice un moño despeinado. Me puse crema en el cuerpo y en la cara, y volví a ponerme la toalla, delinee mi párpado con un lápiz de tinta negra liquida, pinte mis pestañas, y maquille mis labios igual que Kylie Jenner.
Me quedaban 10 minutos así que me vestí como una bala.
Ordene el baño y puse a secar la toalla que había usado.
Entre todos los perfumes que tenía en el tocador, elegí el de Nina Ricci, el que mas le gusta a mama.
El timbre de la puerta sonó, cogí uno de los muchos bolsos que tenía colgados en los ganchos de la puerta de mi habitación y metí: el móvil, un cargador, el brillos de labios, las gafas retros redondas, el nuevo libro que había empezado a leer y las llaves.
Baje las escaleras corriendo, abrí la puerta y allí estaba el, mirándome con sus hermoso ojos.