Momento 1.

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Cuando Jaemin vio a Jisung por primera vez, supo que sería la persona que quería a su lado. Se encontraba paseando por un parque junto a Jeno y Renjun cuando lo vio. Estaba junto a un chico rubio que reproducía música y festejaba sus bailes. 

Sus movimientos lo atraparon instante, no creía que fuera posible que existiera una creación tan perfecta en la tierra. No podía ser menos que un ángel. 

Pese a los intentos de sus amigos para que se quedara con ellos, salió corriendo en dirección a donde el menor se encontraba bailando, decidido a que conseguiría su número. 

-¡Hola chicos!- saludó dando su mejor sonrisa en cuanto estuvo junto a ellos. Jisung se detuvo desconcertado, y algo molesto a decir verdad. 

-¿Qué quieres?- no le gustaban los extraños y menos cuando interrumpían lo que hacía. 

-¡Jisung!- lo regañó el otro muchacho mientras se paraba junto a él.- Disculpa a mi amigo, no le gustan los extraños. Soy Chenle y este es Jisung, ¿en qué podemos ayudarte?- Jisung bufó, la amabilidad de Chenle a veces lo molestaba de sobremanera. 

-Verás Chenle, creo que estoy enamorado de este precioso ángel que tienes como amigo y realmente alegrarías mi corazón si me facilitaras su número de teléfono ya que él ahora no tiene intenciones de hablar conmigo.- Chenle dió un gritito de emoción, Jisung solo se mostraba más molesto si es que eso era posible. 

-¡Eso es tan tierno!- el mayor de los dos rápidamente comenzó a buscar el número de su amigo. 

-¿Qué estás haciendo? ¡No vas a darle mi número a un extraño!- lo regañó, Chenle hizo un pequeño puchero. Así que aparte de ser hermoso y bailar genial su ángel tenía carácter, Jaemin se fascinaba cada vez más.- Linda labia, ¿de qué drama te la robaste?

-De ninguno mi pequeño ángel, es todito de mi autoría, Na Jaemin para servirte.- Jisung rodó los ojos. 

-Chenle, vámonos a casa.- sentenció comenzando a caminar lejos. 

-¿En serio no vas a darle una oportunidad? ¡Es tan lindo!- suplicó su mejor amigo, ahora entendía porqué siempre lloraba por tontos que no lo valoraban, caía por el primer par de ojos que lo miraban con amor y le decían palabras bonitas. 

-Ya dije que no, vámonos. Es un tonto. 

-¡Serás mío ángel! ¡Guarda mis palabras!- fue lo último que Jaemin le dijo mientras se alejaba, ganándose que el menor le levantara el dedo medio. 

Rápidamente, el castaño corrió donde sus amigos lo estaban esperando. Lejos de querer ser testigos de la vergüenza que seguramente pasaría. 

-¿Y bien?- Renjun fue el primero en curiosear. 

-No lo conseguí. Pero hey, yo le gusto.- Jaemin era demasiado optimista. Jeno simplemente rió. 

-Si, le gustaste tanto que ni siquiera quiso darte su número.- se burló. 

-¿Por lo menos sabes su nombre?- Renjun era el más interesado en saber. Era la primera vez que veía a Jaemin actuar así con alguien. Quizás la leyenda del hilo rojo era cierta, y él simplemente había encontrado a su eterno amor predestinado. 

Era tan cursi a veces.

-Jisung. Su nombre es Jisung.- la sonrisa bobalicona no se iba de su rostro, y eso solo significaba una cosa: problemas. Si había alguien capaz de darles más problemas que el Jaemin normal, ese era Jaemin enamorado. 

No tenía límites en cuanto a conquista se trataba, lo que varias veces había terminado en corazones rotos y crueles rechazos. Pero no importaba cuanto sus amigos trataban de protegerlo, él siempre volvía a la carga una y otra vez. 

moments ; [jaesung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora