El primer aniversario. Intentar decidir quien de los dos estaba más nervioso era una competencia de nunca acabar.
Ambos querían sorprender al otro con el mejor regalo y la mejor idea de cita. Renjun, Jeno y Chenle se sentían como pelotitas de ping-pong siendo jalados de un lado al otro para ayudarlos. Nota: la próxima vez, no ser amigos de una pareja.
Al principio fue una relación difícil, los primeros tres meses Jaemin no hacía más que batallar con la falta de expresión y demostración de cariño de Jisung hacia él. Le había prometido en todos los idiomas y todas las formas posibles que no le rompería el corazón, que no tuviera miedo de confiar en él.
La frustración lo agobiaba y le dolía sentir que era el único que realmente apostaba por esa relación. No fue hasta que se quebró totalmente frente al menor, llorando y pidiéndole que por favor le dijera que más debía hacer para ganarse su cariño, que Jisung comenzó a creer en el amor que decía tenerle.
Desde entonces, solo han sido altercados menores, típicos en las parejas. Pero nada que no solucionaran al rato.
Jisung tenía la presión de, en este aniversario, compensar los tres meses que hizo sufrir a Jaemin privándolo de saber como realmente se sentía.
Jaemin por su parte, solo pensaba en que de todas las demostraciones de afecto que le había hecho a Jisung, esta debía ser la mejor.
Claro que ambos eran los reyes de dejar las cosas para último minuto y habían olvidado que un día solo tiene 24 horas, por lo que toda su organización de aniversario terminó en... caos total.
-¡Él va a odiarme!- sollozaba Jisung en el piso de la cocina. Quiso hornear un pastel... pero él no sabe cocinar y Chenle no estaba más apto que él.
-Jisung...- intentó llamarlo al ver que no estaban solos en la casa.
-¡Una vez que intento hacer las cosas bien por él y lo arruiné! ¡No lo merezco!
-Jisung...
-¡Jaemin se merece otro novio! ¡Alguien que si pueda darle sorpresas lindas!
-¿Ángel? ¿Qué pasó aquí?- Jaemin adentrándose en la desastrosa cocina junto con sus amigos lo habían tomado por sorpresa.
-¡Chenle por qué no me dijiste!
-¡Lo intenté pero estabas muy ocupado ahogándote en tu miseria!- se defendió el mayor, abandonando el lugar junto a Renjun y Jeno para que los novios pudieran hablar en privado.
-¿Por qué lloras ángel?- Jaemin se acercó a él y lo estrechó entre sus brazos, Jisung comenzó a llorar aún más fuerte.
-¡Quería sorprenderte con un estúpido pastel y resulta que no sé usar el estúpido horno y el estúpido Chenle tampoco y está estúpidamente arruinado!- gritó lleno de frustración, sintió el pecho de su novio vibrar por la risa.
-Pero Jisung, no es para tanto, no tienes que esforzarte con este tipo de cosas para mi.- le habló en un tono suave.- Tú si quieres puedes darme una uña y yo lo apreciaré porque es tuyo. Todo lo que tú haces es especial para mi.
-¿De verdad?
-Si. Pero de preferencia no me des uñas porque sería asqueroso.- Jisung rió, ya más relajado.
Eso era lo que amaba de Jaemin, su sonrisa era capaz de aliviarte en medio de las peores crisis. Na Jaemin tenía ese tipo de sonrisa que te hace creer que nada está mal en el mundo mientras puedas verlo sonriendo.
Jaemin se sintió aliviado al ver a su novio sonreír otra vez, siendo sinceros su regalo no estaba mucho mejor, incluso tuvo que pedirle ayuda a su madre y aún así no tuvo salvación. De todas formas, odiaba ver a Jisung llorar, con el solo hecho de saber que estaba triste comenzaba a dolerle todo.
Prefería perder una extremidad antes que ver a su ángel sufrir.
-Mi regalo no está mucho mejor.- se sinceró entregándole una pequeña bolsa azul. El menor emocionado sacó lo que se encontraba dentro de esta y cuando creía que no podía amarlo más, su corazón explotaba de amor por Na Jaemin.
Una foto de ellos dos, con un portarretrato casero en forma de corazón, era lo que Jaemin había hecho para él. Y sabía que era obra de Jaemin. Los cortes desparejos, las manchas de pegamento, las partes de papel arrugadas o mal dobladas, un "te amo" escrito con un lettering mal hecho... todo eso gritaba que era obra de Jaemin.
No era muy lindo a la vista pero para Jisung fue el mejor regalo del mundo.
-Pero Nana, ¿por qué hiciste esto si tú odias las manualidades?- cuestionó unos minutos después.
-Pero a ti te encantan, así que quise hacer algo que de verdad te gustaría. Lo hice por ti y para ti. Porque te amo, y no hay nada que no haría con tal de ver esos ojitos brillar.
Jisung lo abrazó fuertemente, en ese momento no existía otro lugar donde quisiera estar más que en los brazos de Jaemin. Dejaría todo, con tal de tener toda una vida de sus abrazos.
-Feliz primer aniversario mi ángel.- le susurró mientras lo besaba.
-Créeme que en esta relación tú eres el verdadero ángel. Te amo Na Jaemin.
-Al final tenía razón, te lo dije.
-¿De qué estás hablando?
-Te dije que guardaras mis palabras, que serías mío. Y míranos un año después, aquí te tengo todo loco por mi.
-Ya quisieras que esté loco por ti.- Jisung rodó los ojos.
-Atrévete a negármelo.- lo desafió el mayor.
-Na Jaemin, yo Park Jisung no estoy loco por ti. Estoy completa, sincera y profundamente enamorado de ti. Eres el final de mi hilo rojo. No quiero a nadie que no seas tú.
Jaemin sonrió sintiéndose más feliz que nunca. Él lo supo desde que lo vió bailando en ese parque, Park Jisung era el amor de su vida, su hilo rojo, su destino.
No había lugar a dudas.
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moments ; [jaesung]
Short Story"...Si tan solo pudiéramos tener esta vida por un día más, si tan solo pudiéramos regresar el tiempo atrás... Tú sabes que seré tu vida, tu voz, tu razón de ser. Mi amor, mi corazón están respirando por estos momentos..."