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En aquella habitación, sólo agitadas respiraciones eran escuchadas.

Ambos chicos estaban uno debajo del otro, apoyando sus cuerpos entre sí, intentando cobrar el aliento que su reciente y tercer orgasmo les había arrebatado.

Habían pasado alrededor de cinco meses, y los vampiros aún no se rebelaban, pero el Ejército Negro no  cesaba con sus entrenamientos, y se tomaban un tiempo para sí mismos de vez en vez, como en el caso de los íncubos y súcubos que viajaban a la Tierra con bastante frecuencia.

Tal era el caso de JungKook y YangMi, esos dos demonios que recién habían sentido su tercera liberación, y probablemente la última de la noche.

Ninguno de los dos lograba verse satisfecho con lo que los humanos les ofrecían, y era por eso que terminaban por complacerse mutuamente con cada viaje que daban a la Tierra.

Simplemente se necesitaban el uno al otro.

Con respecto a su familias...

Bueno, ellos fueron los causantes, en parte, de que JungKook fuera a la habitación de YangMi, ya que enviaron una nube para comunicarse con ellos.

Y eso era algo que llevaban haciendo desde que pisaron las puertas del Cielo.

Pero la comunicación no duró mucho, puesto que todos debían levantarse temprano para ir a trabajar, y estudiar en el caso de JiMin y SoYeon.

Pero los dos muchachos que quedaron sobre la misma cama luego de la llamada, decidieron que no era hora de dormir.

Y allí estaban.

Esta vez, YangMi, quien estaba sobre JungKook, se recostó por completo sobre él, apoyando su cabeza en el hombro contrario, y JungKook simplemente la rodeó con sus brazos.

Parecían dormidos, pues sus ojos estaban cerrados, pero no. Simplemente estaban disfrutando de su mutua compañía en silencio.

-JungKook...

Ante el llamando de la chica, el aludido le respondió con un: ¿Hum?

Ella se volvió a incorporar y lo miró a los ojos.

-Dejemos las misones a la Tierra-suelta.

-¿Estás queriendo decir que quieres que deje de ser un íncubo, y tú un súcubo?-frunce su ceño.

YangMi abría y cerraba la boca sin decir nada.

JungKook entendió que haber dicho aquello le había costado, y estaba nerviosa. Incluso sus mejillas estaban sonrojadas.

-Es cierto que no nos va muy bien en el mundo humano, y que siempre terminamos igual, en la cama, teniendo sexo-comentó, sin apartar la vista de los ojos de YangMi-. Pero sé que hay algo más en tu petición-sonrió de lado al ver a la muchacha bajar la cabeza-. Si me lo dices, tal vez pueda coincidir con mis razones-alza un poco su cabeza para cruzar sus brazos tras su nuca.

-Estoycelosa-suelta rápidamente.

-¿Qué? No escuché bien. Repítelo más despacio-rió por lo tierna que lucía YangMi.

† ιиfєяиσ † × נєσи נυиg кσσк ×✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora