The City of Ember

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Temática: Adaptación de una película.

Número del one-shot: 3

La película que voy a adaptar es The City Of Ember. Una película basada en su novela del año 2001. La recomiendo.

No sé muy bien cómo hacer esto así que voy a entrar un poco en contexto y voy a relatar mi escena favorita de la película que para mi suerte es la final. Recordad que es una adaptación, si has visto la película debes ver que la escena no se desarrolla así pero yo la he adaptado a la situación y personajes.


Escalones, quedaban nada más escalones para salir afuera. Hiccup y Astrid se pusieron frente a la puerta solemnemente y dispuesto a abrirla juntos. Dejaban atrás Ember para descubrir un mundo de posibilidades infinitas. Hiccup no pudo evitar tomar la mano de Astrid que no sostenía a Camicazi. La chica sonrió y se sonrojo. Tras eso ambos miraron atrás, viendo el oscuro muelle que los había llevado hasta allí y regresaron la mirada a la puerta de metal. 

Ember... Aquella ciudad que cuando el mundo se venía abajo acogió a un cuarto de la población mundial a kilómetros bajo tierra, donde ningún desastre natural podría hacerles daño. Si no hubiera sido por Hiccup y Astrid, y la pequeña hermana de la rubia Camicazi, toda aquella gente nunca hubiera visto la luz. Se creía que arriba solo había oscuridad absoluta ya que la caja que contenía los secretos y pasos a seguir para salir de Ember, se había perdido. Había sido Astrid quien la había encontrado, cuando Ember estaba a punto de colapsar en el caos. Todo estaba programado para durar 200 años, el generador de energía, la comida, el espacio... ya que se suponía que 200 años después, sin la actividad humana sobre la tierra, esta habría tenido el tiempo de estabilizarse. Llevaban 300 años bajo tierra y el pánico corría entre las calles, ahora corría la esperanza.

Hiccup y Astrid abrieron la puerta, encontrándose en un gran campo de colinas. A su lado había un antiguo y oxidado coche  con su pintura desgastada. Pero ninguno sonreía ¿y la luz? ¿donde estaba la luz que les habían prometido? No, la oscuridad reinaba, el cielo era oscuro y solo unas pequeñas motas de luz que si Hiccup no recordaba se llamaban estrellas, lo iluminaban.

-Tenían razón- habló Astrid- No hay luz, solo hay oscuridad. 

-Pero...

Hiccup soltó su mano y la abrazó por los hombros. Ahora deberían regresar a Ember, al caos que allí ocurría, siendo perseguidos por el corrupto alcalde. Podían huir pero no lo harían, debían demostrar que ese hombre, Drago, estaba guardando almacenes enteros de comida solo para el y su consejo mientras el pueblo moría de hambre.

Ambos se lamentaron y derramaron lágrimas. Finalmente el sueño les ganó, durante las últimas horas habían estado corriendo, huyendo, luchando, maquinando, descubriendo. Todo para nada.

Astrid soñó esa noche con Ember, con su abuela fallecida. No quería volver, pero debía ayudar a Heather,  su hermano estaba compinchado con Drago y debía avisarla. Todos los acontecimientos de las últimas tres semanas pasaron por su mente, todo había comenzado el día de la selección, donde a cada niños que alcanzaba la mayoría de edad se le asignaba un oficio al azar, cuando descubrió que su oficio en Ember sería ingeniera en las sucias y encharcadas cañerías. Entonces Hiccup como un rayo de luz, aceptó cambiar su oficio. Así Astrid se convirtió en mensajera y descubrió que había gente que ya estaba intentando salir de Ember por la ruta incorrecta. Hiccup por su lado, gustoso aceptó ese nuevo puesto de ingeniero de cañerías, un paso más cerca del generador de energía que comenzaba a fallar pero que él estaba seguro de poder arreglar.

Ambos se unieron para poder descifrar el misterio del generador y la caja que Astrid encontró en casa de su abuela. Pronto descubrieron que sus padres, los de Astrid y Hiccup, quisieron escapar de Ember pero lamentablemente solo sobrevivió el padre Hiccup, por eso Estoico nunca quiso decirle a Hiccup cual fue el final de su madre.

Durante estas semanas Astrid se había dado cuenta de que sentía algo muy fuerte por su mejor amigo. Ese chico sarcástico que la había apoyado desde el primer momento.

Hiccup por su lado, se sentía traicionado por todo su pueblo, su padre, su alcalde, Gobber, todos excepto Astrid, le habían mentido. Él permanecía despierto observando embelesado a la chica que le gustaba desde que era un niño. Cuando el reactor fallaba y todas las bombillas que iluminaban la ciudad se apagaban, ella siempre iba con él para consolarlo y tranquilizar su miedo a la oscuridad. Ya no tenía miedo a la oscuridad, ahora tenía miedo de que le hicieran daño a ella. Astrid estuvo a punto de morir cuando Drago intentó callar su voz en un intento de ocultar su guarida secreta. 

Las protegería a ambas, a Camicazi y Astrid. Se lo prometió así. Y con esa promesa en mente el chico acabó cerrando los ojos.

Horas después Astrid sintió como Camicazi la movía y la llamaba. No quería despertar, no quería hacerlo y encontrarse de nuevo con un cielo oscuro y desesperanzador. 

Finalmente abrió lo ojos, encontró la puerta y la hierba obstaculizando su vista. Pero algo que le extrañó fue ver su sombra proyectada en la hierba. Alterada Astrid se incorporó y se giró para ser cegada por un rayo de luz naranja. Cuando su vista se acostumbró a la luz descubrió aquel astro al que llamaban sol saliendo por el horizonte. 

-Hiccup- lo llamó emocionada. El chico no tardó en despertarse de golpe. Nada más abrir los ojos vio la mirada azul de Astrid iluminada por la luz de sol al igual que su hermoso pelo dorado. 

-¿Que diablos?

Se incorporó como Astrid y presenció el amanecer totalmente sorprendido. Camicazi no tardó en bajar por la colina riendo maravillada por el fenómeno. Sin saberlo los tres estaban siendo los primeros humanos en 300 años que veían el amanecer, pero claro ellos no sabían que se llamaba así. El cielo, era ahora más hermoso que nunca. Tenía tonalidades naranjas, amarillas, azules y solo algunas pequeñas nubes se atrevían a perturbar aquel espectaculo. 

-Astrid- la llamó Hiccup.

-¿Si?- dijo sin apartar su vista del sol.

-Te amo.

La chica miró a Hiccup completamente sonrojada. Con una gran sonrisa tomó su mano y se puso de puntillas para besar la mejilla de Hiccup. El castaño sonrió emocionado y con un rápido movimiento tomó a la chica de la cintura y la besó en los labios siendo correspondido.

-Tenemos que enviar un mensaje a Ember- dijo Astrid una vez se separaron. 

-Cierto.

Buscando una manera de poder hacer llegar a Ember las buenas nuevas, encontraron un gran agujero en el cual al fondo se podía ver una débil luz naranja, Ember. Hiccup sacó una hoja de su libreta y la ataron a una piedra que lanzaron hacia el agujero, esperanzados de que llegara a buen puerto.

Semanas después el primer campamento humano era oficialmente terminado. Una nueva ciudad a la que llamaron Berk y que el padre de Hiccup se encargó de dirigir. El alcalde fue encontrado muerto en las cañerías, devorado por un topo.

Tuvieron problemas, sí, hubieron muertes durante el viaje. La gente tuvo muchos problemas cutáneos debido a la presencia repentina de luz. Además de que con los últimos años la cadena alimenticia, la fauna y flora se habían modificado.

Pero la penumbra había quedado atrás y ahora llegaban tiempos de luz. Solo luz. Ya no serían nunca más la ciudad de la oscuridad*




Bien, se que es un poco corto y que los hechos que ocurren en este capítulo no son muy realistas. Pero es un libro y esto un capítulo que tengo que adaptar no puedo explicarlo todo aquí y ahora. Si tenéis alguna duda podéis preguntarme.

*Literalmente, The City of Ember significa la ciudad de la penumbra o la oscuridad.

50 dias HiccstridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora