Adaptación

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Capítulo 2

Después de levantarse, cambiarse de ropa y ponerse una vez más sus antiguos lentes protectores, bajó donde su abuela lo miró con sorpresa.

"Obito, querido, ¿estás bien?, nunca antes te habías levantado a la hora adecuada para ir a entrenar"

Su abuela, claro que la recordaba; ella era de las únicas personas que no lo trataban como un miembro ajeno al clan. Antaño solía ser una shinobi, teniendo un sharingan de 3 aspas; pero se retiró después de la segunda gran guerra donde perdió a su marido, además de cuidarlo a él como su hijo una vez murieron sus padres cuando él tenía solo 2 años. Pero ella nunca hablaba de ellos y hacía lo posible por evadir el tema o dar respuestas incompletas; Sin embargo Obito ya no era un niño, él sabía muy bien la razón de esto: al masacrar al clan, encontró los archivos secretos de los Uchiha, y aunque creía estar listo para saber la verdad, nada volvería a ser lo mismo después de leer "cierta" carta que nunca llegó a sus manos de la forma en la que debió hacerlo. Volvió a centrarse en la adorable anciana que estaba frente a él; ella había muerto, volvería a hacerlo en un futuro, pero no a manos de Itachi o de él: sino que ella había perecido a manos de una enfermedad incurable que, hasta el último momento la atormentó.

Dejando ese pensamiento de lado respondió recordando todos sus años de actuación como Tobi – "Es que anoche no pude dormir muy bien, entonces pensé en levantarme temprano por una vez".

Ella respondió con una pequeña sonrisa – "Dejar atrás algunos hábitos es parte de crecer Obito, pero no dejes de auxiliar a los ancianos como yo; esa ayuda siempre se agradece." – Se dirigió a la cocina donde Obito la perdió de vista – "te haré un rico desayuno para que tengas suficiente energía para entrenar" – Obito palideció, no recordaba muy bien como era el complejo proceso de digestión, lo cual implicaba el tener que ir al baño y alimentarse para vivir – 'Malditos zetsus'.

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Konoha era más extraña de lo que recordaba.

Era temprano, no recordaba exactamente que tanto pero por la posición del sol podría decir que faltaban 10 minutos para las 6 de la mañana, podía ver a los primeros civiles que iban preparando sus tiendas y negocios. Mientras algunos se dirigían a sus respectivos trabajos; aquellos que tuviesen la edad actual de Obito debían ir a entrenar para formarse o ir a misiones de arriesgadas: y más en tiempos de tensión como el actual. Donde se temía el estallido de una guerra. Pero lo que más llamaba la atención era la presencia de múltiples shinobis de rango chunin o jounin patrullando Konoha desde los tejados, al parecer; buscando cualquier actividad sospechosa.

O mejor dicho; buscando una fuente sospechosa de chakra.

Era inevitable, lo hubiesen detectado aunque intentase ocultarse, probablemente todos los ninjas de la aldea estaban buscando a algún infiltrado que llevase consigo a un biju o en otras palabras; un jinchuriki con la aparente intención de destruir la villa. Cosa que resultaría en esfuerzos vanos. A pesar de haber reducido su chakra, podía sentir la presencia de los ninjas que recorrían el lugar, podría fácilmente decir que cientos de ellos se encontraban merodeando en la zona cercana al clan; pero sin realmente sospechar de una persona en específico. Reconoció a alguno que otro chakra y percibió a ciertas personas a los cuales no se quería acercar mientras pudiese, pero era consciente de que tendría que encontrarse a algunos de ellos en otras ocasiones: y no los podría evitar.

El transcurso entre el complejo Uchiha y el tercer campo de entrenamiento se dio con normalidad a pesar de las miradas incrédulas que lo miraban con escepticismo; pues no era común ver a "cierto chico" ir tan temprano a ninguna parte, y más cuando este siempre llegaba tarde.

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