━Fortune cookie♡︎SeokHui

🥠第六🥠

▸▹La galleta de la fortuna del amor, solo intenta abrirte un poco más.
Lo que va a florecer, ni siquiera Dios lo sabe.◃◂

🥠

-Ya deja de seguirme- Jun le pidió al pequeño felino de suave pelaje.

Como respuesta obtuvo un maullido que sonó tierno para él.

Siguió avanzando pero sin mirar al frente, solo tenía ojos para el pequeño gato que le llevaba el ritmo de sus pasos.

Estaba a tan solo dos calles de su casa y a la vez restaurante que comenzaba a sentirse nervioso por que el animal continuará detrás suyo.

Un día al irse a la escuela, se topó con el felino de pelaje amarillento en el parque cerca de su casa, se sintió muy mal al verlo solo, sin casa alguna y peor aún sin comida, por lo que decidió darle comida a escondidas al felino desde dos semanas atrás.

Sus padres no le dejarían tener mascotas y mucho menos un gato. Los padres de Jun pensaban que eran de mala suerte y que eran animales muy sucios.

Sin embargo el gatito pareció haberse encariñado con Jun y ahora se iría con él para pedirle caricias a través de maullidos y ronroneos.

Al momento de doblar, seguía sin ver al frente por lo que no se fijó y chocó con un cuerpo.

Por poco cae al suelo sino fuera por el sujeto que le tomó de los brazos impidiendo su desplome.

Cuando volteó para poder disculparse, quedó completamente congelado.

Seokmin lo miraba con una sonrisa, Jun afirmando que se estaría burlando de él por su torpeza y por su rostro rojo.

Abrió la boca pero nada salió por esta así que se inclinó casi noventa grados, evitando que Seokmin le vea el rostro.

-Yo-yo, lo siento mucho- se enderezó sin hacer contacto visual con el risueño joven frente a él-. Fue culpa del...gato.

Aquello último lo murmuró, quería señalar al animal pero este ya no se encontraba en el lugar.

Jun sintió arder su rostro más de lo que ya estaba, creyendo que estallaría en algún momento. Y sin dejar que Seokmin hablará, se safo de su agarre y se alejó a paso veloz.

Se llevó las manos al rostro sin embargo sintió un empaque en su mano.

Tenía una galleta de la fortuna en la mano, y él no había agarrado ninguna galleta desde hace días.

Una pequeña sonrisa, que se fue ensanchando, se presentó en su rostro ruborizado.

Seokmin había dejado esa galleta en su mano, que se encargaría de disfrutar al máximo.

⤫𝘓𝘢 𝘴𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢́ 𝘦𝘯 𝘦́𝘴𝘵𝘢 𝘨𝘢𝘭𝘭𝘦𝘵𝘢.⤫

Incluso por primera vez, conservaría aquel pedazo de papel.