Viaje a Fara

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Lentamente abrí los ojos, solo para que un fuerte brillo blanco me cegara. Colocando mi brazo sobre mis ojos para poder abrirlos, conseguí ver un poco.

Estaba recostado en una cama, con el pecho vendado; el techo era de tela, con un color gris oscuro.

Estoy en... ¿la tienda médica?

A medida que mis sentidos volvían, comenzaba a escuchar poco a poco gritos y golpes. Si, definitivamente era la sala médica. Debo salir de aquí antes de que esos gritos me desesperen.

--¡Ugh!

¡Maldición!, Me duele el costado izquierdo del torso como el infierno, ¡no puedo moverme!

--¡Oye! ¡No te muevas! - aún estaba algo aturdido, por lo cual no pude reconocer al que haya pronunciado esas palabras, solo se que era un hombre algo joven.

Sentí que una mano comenzó a apretar mi pecho para que no me levantase. Aunque con lo doloroso que es, no creo que siquiera pueda.

--¿Que sucedió?

--Despertó.

¿Eh? ¿Esa voz era de una niña?

Me esforcé para abrir los ojos una vez mas, y conseguí ver a un muchacho moreno de aproximadamente veinte años; su cabello era de color castaño, mientras que sus ojos eran de color celeste, haciendo una extraña pero nada fea combinación.

--¿Todo bien chico? ¿Me puedes ver? - dijo mientras tomaba una pequeña linterna de su blanca bata y me iluminaba los ojos.

--Ajá... - afirme con un tono apenas audible.

--Bien, sus ojos no parecen presentar ningún problema, y parece que poco a poco va recuperando sus sentidos.

--¿Q-que ocurrió?... - pregunté mientras intentaba levantarme una vez mas, cosa que fué una completa estupidez, haciendo que me duela casi todo el cuerpo.

--¡Wow, tranquilo! - exclamó el doctor colocando su mano en mi pecho y haciendo un poco de presión. Seguidamente, agarró un papel de una mesa metálica que se encontraba al lado derecho de la cama -. Tenías un traumatismo craneoencefálico, cuatro costillas fracturadas, neumotórax del lado izquierdo, traumatismo abdominal... Dios, tu estómago por poco se hace trizas.

No estoy entendiendo nada de lo que está diciendo, pero es mejor no interferir.

--Básicamente todo el lado izquierdo de tu torso estaba destrozado... pero... hay algo extraño... - mencionaba mientras comenzaba a examinar mi abdomen -. ¿Como es posible que te regeneraras tan rápido? Es cierto que contamos con la mejor tecnología de nanorobots, y que a una persona normal le llegaría a tomar la mitad del tiempo recuperarse completamente gracias a eso, pero... esto es demasiado rápido para una persona normal...

Yo solo lo miraba incrédulo, no entendía de que estaba hablando ¿me regenero mas rápido? No lo comprendo.

Repentinamente, me miró a los ojos, diciendo "¿Acaso eres un hí-

--Para, Bensik, es mejor no sacar concluciones rápidamente. - interrumpió una voz infantil que se encontraba justo encima de mi cabeza.

Levanté la mirada, tratando de observar hacia arriba mio. Tenia un amarillento cabello largo y enrulado que llegaba hasta su cintura, su estatura era de 1,50 cm aproximadamente, y su piel era de un tono beige.

--¿Una niña? - pregunté sin poder evitarlo.

--¿Que acabas de decir, niño? - dijo con tono serio mientras se ajustaba sus lentes y me daba un pequeño golpe en la cabeza.

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