•Algo que pocas personas sabía sobre ti, era que tenías... Poderes. La gente se imaginaba que ser súper significaba andar brincando de techo en techo y golpeando gente, pero no siempre pasaba así. Por lo general tu recibías las palizas y otras veces seguías un rastro hasta un callejón sin salida, justo como en ese mismo momento; habías despertado a mitad de la noche con esa típica extraña sensación que tenías cuando tus poderes se te salían de las manos, y comenzaste a ver el mundo a color. Con molestia te habías levantado para vestirte y saliste a pasear por las calles para ver con qué te topabas. Tu familia adoptiva ya estaba acostumbrada a verte escabullirte por la noche para ir a fumar, así que se habían dado por vencidos al tratar de convencerte de que te quedarás en la cama, por lo que fue más fácil irte sin trabas.
•Caminaste desde la gran mansión de tus padres hasta las asquerosas calles de Gótica y seguiste los hilos, que te indicaban donde estaba tu objetivo. Con demasiada despreocupación bostezabas, bien podrías terminar apuñalada, secuestrada o peor, pero eras una chica fuerte, sabías como defenderte. Entonces fue cuando tus poderes te guiaron a un callejón sin fondo y que parecía vacío, hasta que algo cayó con estruendo desde el enorme edificio hasta el basurero. Ese algo era uno de esos vigilantes que la ciudad tenía, pero no pudiste detenerte a verlo, porque la persona que había empujado a Red Hood te apuntaba con un arma.
•"Lo siento, preciosa. Es una pena que hayas visto eso". En cuestión de milisegundos pudiste ver la entera vida del matón, desde su infancia hasta descubrir para que banda mafiosa trabajaba. No te preocupó notar la pistola, porque solo necesitabas mover unos hilos para vencer al tipo. Con la mano derecha lo señalaste para después hacer un par de movimientos extraños que incluían violentos giros de la muñeca. El tipo no veía lo que tú, por lo que se burló, quizás imaginando que te habías vuelto loca, pero lo cierto es que jugabas con sus hilos del pasado y de un momento al otro el hombre había olvidado todo y había caído desmayado "Idiota".
•Corriste a auxiliar al bati niño, pero era demasiado pesado para hacerlo con delicadeza, no sabías como cargarías con él. Entonces una idea se encendió en tu cabeza: desde que habías entrado a la universidad tus padrastros te habían heredado un apartamento en la ciudad, en el cual no pasabas demasiado tiempo, pero serviría para cuidar a Red Hood. Antes de cargarlo te acercarte a tomar su pulso para comprobar que seguía con vida, pero él respondió tus dudas cuando se abalanzó sobre ti apuntando un arma que no habías notado contra tu mandíbula "¿Tu qué haces aquí?" Su voz sonaba distorsionada, quizás por un aditamento del casco, pero alcanzaste a percibir que reflejaban lo destrozado que se sentía "¿nos conocemos, Red tonto?" El dudó "N-no. Responde mi pregunta" la duda en su timbre no hizo más que causar curiosidad en ti, pero decidiste que no era momento para hacer enojar al tipo que te apuntaba con un arma "Bueno, estaba por ayudarte, pero creo que será mejor dejarte aquí. Estoy segura que para la hora en la que pase la basura mañana temprano tu cuerpo ya estará frío". El se rió y algo en eso se te hizo familiar, luego con su mano libre tomó la muñeca que estaba cercana a su cuello y la separó de él "El casco se queda". Quisiste explicarle lo que hacías, pero comprendiste que no valía la pena "Lo que digas campeón, seguro atrae a las chicas ¿Aún crees que voy a ayudarte después de que me amenazaras con tu arma?" La retiró y se giró a verla, como pensando en su acción dos veces "Puedo obligarte a que me saques de aquí", aprovechaste que estaba indefenso y golpeaste sus costillas, logrando que gimiera dolorido "¿Puedes salir de ahí? Es que estás ¿Cómo decirlo? Demasiado pesado para mí". Con tu ayuda lograron que se saliera del cubo de basura, para después pasar uno de sus brazos sobre tus hombros y comenzaron a caminar "vamos, mi departamento no esta muy lejos de aquí".
•Tras veinte minutos de traslado, lograste que el tipo se recostara sobre el carísimo sofá de tus padrastros. Cómo no lograbas verle los ojos por el casco para saber si estaba vivo, te concéntrate en su respiración para ver qué tan mal estaba "¿Qué miras?" Espetó intentando sonar duro, pero simplemente no pudo "revisaba tu estado. Vas a tener que decirme qué te lastimaste para yo poder ver qué puedo hacer por ti. No creo que sea una idea muy inteligente el dejarte morir en mi sala" arrugaste la nariz al ver las feas cortadas que atravesaba toda su piel "¿Sabes coser heridas?" Preguntó al ver qué traías un botiquín "una vez leí cómo hacerlo, no debe ser tan malo". Era difícil deducir su reacción, pero notaste que se te quedaba viendo, probablemente preocupado "bromeaba, lo he hecho un montón de veces".
•Aunque quería parecer duro, descubriste que suspiró tranquilo "¿Puedo saber qué hacías sola en la calle?" Preguntó mientras intentaba sentarse, tu preparaste las cosas, pero esa pregunta sacó una carcajada "¿Crees que porque no soy una de los bati raros no puedo cuidarme sola? ¿O crees que solo ustedes pueden andar por ahí como locos jugando a los policías y ladrones?" Te acercaste con la aguja, hilo, alcohol y algunas gasas "Creo que es peligroso, es todo". Bufaste en burla y comenzaste a quitarle la camisa con el símbolo de Batman el el pecho "guau, alto ahí, no hemos tenido ni la primer cita" se quejó bajando de nuevo la prenda. Con los nudillos golpeaste el casco "tierra llamando a Red Hood. Si no te curas esas heridas se infectaran o te desangras y te irá peor". Él se lo pensó dos veces "Está bien, pero también me cortaron en las piernas..." Sonreiste con malicia y casi pudiste escuchar sus pensamientos pidiendo auxilio "Esto será divertido. Ahora dime ¿Con qué te cortaron? ¿Crees que se quedaron fragmentos dentro o puedo cerrarlas limpiamente?" Red Hood se sacó la ropa y las botas, quedándose solamente en boxers "fue una navaja, puedes cerrarla sin problemas". Se quejó cuando derramaste yodo en la herida del pecho "podrías avisar ¿Sabes?" Le echaste una segunda vez "así no sería tan gracioso".
•Después de un rato terminaste de coser y vendar, y notaste que su respiración se había calmado un poco más. Lo miraste de arriba a abajo "¿Sabes? El casco combina con esos calzoncillos. Es una pena que no tengas unos que digan 'yo amo a Batman'". Se cruzó de brazos, y si eso le dolió no lo demostró "El casco se queda", comenzaste a recoger "si, eso ya lo dijiste". Una vez que habías limpiado lo más que podías, regresaste con una manta, una pastilla y un vaso con agua "mira, bati niño, me voy a dormir, por favor no manches nada más de sangre y si decides salirte sin que lo noté al menos hazlo en silencio, de verdad aprecio mis horas de sueño. Aquí tienes una pastilla para el dolor y una manta, la calefacción no sirve". Se las tendiste pero el te miró fijamente "no puedo moverme sin abrir los puntos ¿Puedes pasarmelas?". Le colocaste la cobija con cuidado y luego le entregaste la pastilla. Sus dedos hicieron contacto con los tuyos, y de repente tus poderes hicieron efecto y ya conocías todo de su vida.
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En veces los caminos de la vida no son como yo pensaba... Se que prometí una semana de la historia de Jason, pero la semana se convertirá en un mes pq la vida adulta está potente, disculpen mis promesas mal cumplidas, pero es mejor tarde que nunca 👌
Espero que les esté gustando la historia y muchas gracias por seguir aquí, les tqm
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MINI HISTORIAS DE LA BATIFAMILIA (EN EDICIÓN X1000)
FanfictionSon historias cortas pero no tan cortas contadas a forma de "one-shots", con los integrantes de la batifamilia. Disclaimer: las imágenes, y personajes en este libro no me pertenecen, solo el carácter de las protagonistas y algunos sucesos narrados.