Nuestros encuentros eran cada vez más frecuentes, sobre todo por las noches. Algunas veces solíamos encontrarnos casualmente durante la mañana, guardábamos las distancias pues, aunque ella no era de Nueva York, la gente pronto la conoció como la hija de uno de los altos rangos militares de los tantos que últimamente había por la ciudad, que pronto partirían hacia la guerra.
Solíamos vernos en el parque donde la besé por primera vez, cuando todo el mundo dormía, pero el invierno comenzaba a hacer acto de presencia por lo que el tiempo que pasábamos juntos era cada vez menor.
El día amaneció oscuro, las grises nubes amenazaban con romper a llover en cualquier momento sin embargo, yo no podía pasarme todo el día encerrado en casa por lo que por la tarde salí a dar una vuelta. Tras unas horas fuera, decidí volver a casa pero mientras volvía comenzó a llover con fuerza. Aunque el tiempo no acompañaba, la suerte estaba de mi lado, Emma se estaba refugiando bajo el pequeño toldo de una tienda, me acerqué a ella con una sonrisa, ya no me importaba mojarme.
- Estás empapado- comentó sonriendo cuando estuve frente a ella
- Puedo decir lo mismo de ti
- Touché
- ¿Por qué has salido de casa con este tiempo tan horrible?
- Puedo decir lo mismo de ti- dijo alzando una de sus cejas- He ido a casa de una amiga, en realidad iba a pasar la noche con ella pero al final he cambiado de idea y la lluvia me ha pillado mientras volvía a casa
- Entonces... tus padres no esperan que vuelvas hoy a casa ¿verdad?- comenté de forma desinteresada
- ¿Qué tiene en mente Sargento?- preguntó en tono inocente
- Conozco un lugar, no queda muy lejos de aquí, donde podríamos refugiarnos del mal tiempo, podrías esperar allí a que escampe, estarías más cómoda
- Indíqueme el camino- dijo mientras enlazaba su brazo al mío
Con rápidos pasos la dirigí hasta aquel sitio, la lluvia caía con fuerza sobre nuestras cabezas sin embargo, lejos de preocuparnos íbamos riendo. Subimos las escaleras, me deshice de su agarre para retirar el ladrillo y coger la llave para abrir el departamento
- No estaremos allanando una casa ¿verdad?- preguntó intentando no tiritar, sus brazos intentando dar algo de calor a su pequeño cuerpo
- Para nada, es el departamento de Steve
- ¿Y Steve dónde está?
- Ni idea, hoy no le he visto- rodó los ojos
- Qué buen amigo eres- comentó irónica
- Anda, vamos, entra antes de que pilles una pulmonía
Emma pasó primero, yo lo hice tras ella y cerré la puerta, avancé hacia dentro mientras llamaba al rubio
- Steve, ¿estás en casa?- volví a llamarle a la vez que entraba a la cocina
- O está durmiendo o no está
- No, definitivamente no se encuentra en casa- Emma estaba parada en mitad del pasillo- Iré a buscar unas toallas y algo de ropa de Steve, seguro que usáis una talla parecida
- Muy gracioso Bucky
- Si alguien debería ofenderse con ese comentario sería Rogers no tú
Encontré un par de toallas, tomé prestada una de las camisas de Steve y volví al salón, Emma seguía en el mismo sitio, mirando todo a su alrededor un poco preocupada
- A Steve no le molestará que estemos aquí
- ¿Estás seguro?
- Está diluviando y estamos empapados, lo entenderá, no te preocupes, deja de pensar tanto- ella asintió no muy segura
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That girl ~Bucky Barnes~
Fanfic- ¿Bucky Barnes se ha enamorado?- preguntó con una sonrisa burlona - Ella es diferente no puedo sacarla de mi cabeza pero no, no me he enamorado Porque no todas las historias de amor tienen el mismo final Historia corta narrada por Bucky Barnes #2...