Aquel SMS resultó un tanto sorprendente, no contenía nada de texto y en el buzón de mensajes aparecían 3 videos. Los abrimos y los miramos con cautela, analizando todo su contenido.
En el primer video aparecía Alberto atado de manos y piernas en una silla con un hombre que poseía una catana tras él. En él Alberto decía que no trataran de salvarle, que ni lo intentarán, ya que en caso de haberlo iba a ser torturado y posteriormente decapitado.
En los dos siguientes vídeos habían filmado a un grupo de hombres burlándose de Alberto, escupiéndole, meándole,... Muy enfurecidos decidimos ir a buscarle y sacarle de allí lo antes posible, pero aún nos restaban 20 kilómetros hasta llegar a Kandahar.
Ese día anduvimos bastantes kilómetros, así que cuando llegó la noche todo el mundo se quedó dormido rápidamente. Era una noche fría así que intentamos buscar un sitio aislado, como si fuera una trinchera, rodeado de piedras que nos cortasen el viento. Los compañeros de guardia nos despertaron bastante pronto, a eso de las seis y media de la mañana, pero todos sabíamos que si las cosas salían bien ese mismo día volveríamos a la base.
Hicimos un buen desayuno, informamos a base de nuestra localización y de lo que íbamos a hacer ese día, es decir, que estábamos preparando el asalto, y comenzamos a repasar toda la información que teníamos. Al cabo de dos horas, sobre las 9:30 de la mañana comenzamos a recoger los sacos, preparamos las mochilas, y nos dirigimos a Kandahar.
Yo tenía mucho miedo, porque Claudia era francotiradora, lo que significaba que iría a cubrirnos desde una colina próxima a Kandahar, a unos 300 metros, acompañada de Álex, quien haría de asegurador de Claudia mientras ella nos daría seguridad a nosotros. Eso significaba que en caso de, que les vieran tomando posición serían un punto fácil para preparar una emboscada, debido a que solo eran dos. Así que, me despedí de ella por si no la volvía a ver y comenzó el camino hacia el infierno.
No nos fue nada fácil entrar al pueblo, ya que cuando apenas habíamos pasado el cartel que indicaba que estábamos en el pueblo correcto una lluvia de balas nos hizo resguardarnos como pudimos. Sin duda estaban dispuestos a morir con tal de causar el mayor número de bajas posibles a sus enemigos, el Ejército Español.
Claudia nos informó que ya había acabado con los de las azoteas por lo tanto teníamos vía libre. Continuamos hasta llegar al centro del pueblo y comenzamos a buscar el coche del cual habían visto bajarse por última vez a Alberto. De pronto, escuchamos a Cláudia chillar por el pinganillo y nos dijo que habían matado a Álex y que no sabía de dónde provenían los disparos.
Nosotros continuamos con nuestro objetivo mientras Cláudia buscaba el lugar de los disparos. Los localizó y acabó con el francotirador y aseguró la zona pero ella estaba herida en el brazo.
En el pueblo encontramos el edificio en el que estaba Alberto gracias a las coincidencias de una foto satélite en la que se veía que el edificio que teníamos delante era en el que habían metido dos días antes a Alberto. Decidimos meternos en el edificio y así acabar de una vez con el problema, pero fue justo dar tres pasos dentro del edificio cuando se empezaron a escuchar chillos y pasos bajando corriendo por las escaleras así que sin pensarnoslo dos veces comenzamos a acabar con todos y todas las personas que bajaban por esas escaleras.
Cuando todo parecía haber vuelto a la normalidad comenzamos a subir y revisar todos y cada uno de los cuartos, cuando de pronto dimos en el clavo. Nada más abrir la segunda puerta del tercer piso nos encontramos a Alberto lleno de sangre. Revisamos que no había nadie en la habitación y tras soltarle de la cadena en la que estaba atado le limpiamos le dimos una camiseta, una sudadera y un pantalón limpio y le tratamos de limpiar alguna de las heridas que llevaba en la espalda.
Momentos más tarde escuchamos a Claudia preguntar por el piso en el que estábamos y dos minutos después de decirle que estábamos en el tercero entró en la habitación. Javi el Cabo I que había estudiado medicina les extrajo la bala de su hombro izquierdo y tras vendarle decidimos tomar rumbo de vuelta.
Nada más salir a la calle comenzó lo que sería un interminable intercambio de disparos que duró algo más de dos horas. En el fallecieron 4 integrantes del grupo por lo tanto solo quedábamos 7 y Alberto que sin dudarlo cogió las armas, el casco y el chaleco de Pedro, uno de los fallecidos, y pasó a formar parte del grupo como uno más. Cuando conseguimos acabar con la mayoría de los talibanes afganos salimos del pueblo como pudimos y contactamos con la base para pedir una extracción de emergencia. Nos dijeron que afirmativo, que en 20 minutos llegaría el apoyo aéreo para la extracción, por lo que teníamos aguantar ese tiempo y todo habría acabado.
YOU ARE READING
UNA NOCHE DE BATALLA
ActionEs una historia bélica de un grupo de militares españoles en Afganistán rescatando a un periodista secuestrado, mezclada con el amor entre dos integrantes del grupo.