A diferencia de otros días, ese día se levantó temprano y con ganas, parecía como una nueva persona. Amane se duchó, vistió y arregló sus cosas en su mochila para posteriormente bajar a desayunar.
*Otra vez...solo...* Sintiendo una leve opresión en el corazón, decidido salió de su casa y emprendió camino a la escuela. Como siempre, su hermano ya se había ido, pero así era mejor...no quería otra pelea con él, la última no había terminado muy bien que digamos. Siguió caminando hasta que llegó a la parada del autobús y como milagro del cielo, ahí se encontraba Yashiro Nene, esperando el bus como las demás personas.
Al ver que ya iba llegando el transporte, corrió al lado de ella y con toda su valentía, la tomó del brazo y la jalo dentro del bus, encontrando un asiento para dos. Sentía como su corazón latía a mil por hora, le había agarrado de la mano y como un maniaco la había sentado junto a él, no quería darle la cara, que tal si le decía que era un enfermo pervertido y ya no le quisiera hablar nunca, pero se preocupo aún más cuando escuchó la risita de la chica, se volteó lentamente con la cara en blanco de lo sorprendido que se encontraba y antes de que pudiera disculparse con ella, ésta habló primero.
-Ohayo Yugi-kun, supongo que ya puedes soltarme el brazo- le dijo en tono burlón-¿EH?- fue ahí donde se dio cuenta de la situación, soltándose fuertemente de ella y volteando al tro lado con la cara completamente roja
-No hagas esa cara, debo admitir que al principio si me dio miedo que de repente me jalaran, pero cuando vi que eras tú supe que no me harías nada malo, aparte, gracias por salvarme ayer, toma, te hice galletas.- y con una cálida sonrisa se las entregó
Amane abrió la bolsa y se dio cuenta que eran galletas de vainilla, olían realmente bien.-Gra-gracias- le respondió con timidez, si bien las galletas no eran sus favoritas, podrían llegar a serlo con solo saber que ella olería a vainilla todo el día.
-¿Te sientas detrás de mí, verdad?- le preguntó Yashiro-Si, ¿por qué?--No es nada malo- le dijo mientras se ruborizaba-Ok...mm...oye ¿eres nueva, no?, ¿ya tienes amigos?- le preguntó un poco avergonzado
-Pues...solamente Ao-chan, hemos sido amigas de la infancia, además de ser mi vecina, también me llevo un poco con Akane-san porque también vive cerca mío, pero la verdad solo se han presentado las niñas del salón, aunque no me sé muy bien sus nombres- dijo con una gotita de decepción (estilo anime amigos :v)
-Bu-bueno, supongo que con el tiempo te vas a adaptar...me preguntaba si querías ser mi amiga-
-Jajaja creí que ya lo eramos- le contestó con una pequeña risa al ver el rostro asombrado de Amane
-¡GENIAL!- declaró con entusiasmo el chico, tal vez ese año escolar no iba a ser tan malo. Y así continuaron todo el camino a la escuela, hablando de cosas triviales, gustos y algunas experiencias chistosas. Ya habían llegado a la escuela, el tiempo había pasado rápido que ya había llegado la hora de recreo
-Y dime...¿te gusta alguien Yugi-kun?- le preguntó Yashiro
-¿Eh?- y ahora que le iba a decir, que le gustaba una niña nueva, LA ÚNICA que había entrado en su salón
-Ehmmm...b-bueno....¡ya sé! que tal si te hago un favor y dejamos ese tema de lado- le propuso
-Parece un trato justo...- Yashiro se quedó un rato pensando en lo que pediría, hasta que con un aire de ilusión le dijo
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Hanako x Yashiro: Tú eres mi realidad
RomanceSólo los que han leído una parte avanzada del manga entenderán ¿Qué pasaría si el mundo de Shijima-san fuera real, si en realidad, no fuera ficticio? Yugi Amane y su hermano gemelo menor, Tsukasa Amane, han estudiado en la academia Kamome por varios...