CAPITULO 10

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          Phoebe

Ya paso una semana desde que Daniel se fue, todo en lo que yo he podido pensar es en aquel beso, me he preguntado si el ha pensado en lo mismo, si el también piensa en mi como yo lo hago... se que es imposible, el debe de ser un hombre comprometido, pero... no puedo dejar de pensar en el, tengo que sacarlo de mi cabeza.

El día de hoy me había levantado con dolores horribles, había comido todo lo que se me antojo y me había encerrado en mi cuarto... los malditos dolores los tengo porque, nada mas y nada menos, hoy llego mi periodo, esto es una pesadilla, porque se que nadie me va a entender. Por suerte no tuve la necesidad de pedir que fueran a comprar toallitas higiénicas y menos tampones porque en el baño de mi cuarto hay.

Durante toda la mañana me la pase comiendo cosas dulces o simplemente encerrada, cuando la tarde llego, varios de los chicos vinieron a verme haciendo que me pusiera de mal humor, todos ellos fueron sacados de mi habitación a golpes... yo no sabia que podía hacer eso y la verdad es que es la primera vez que tengo un comportamiento tan violento... en mi defensa, estaba demasiado pensativa.

Pensaba en lo preocupados que deben estar mi hermano y mi madre y lo mucho que ella debe estar preocupando a mis tíos, es algo que me pone triste, pero no puedo hacer nada, estoy aquí es por una razón y esa es para que no me hagan daño... o por lo menos eso es lo que me dijo Daniel y yo le quiero creer. Lo mas extraño del resto del día es que comencé a pensar nuevamente en Daniel, el se había ido y yo me sentía sola... lo extrañaba.

-Los chicos dijeron que los golpeaste- dijo la voz de Debora haciendo que me asustara un poco.

-Fue un accidente, yo no quería golpearlos- dije dándome la vuelta hacia ella, ya que me encontraba mirando hacia el jardín desde la ventana de mi cuarto.

-¿Por que lloras?- no me había dado cuenta que las lagrimas habían comenzado a salir de mis ojos hasta que ella lo menciono- ¿Es por Daniel?

-N-no- dije nerviosa, ella me miro de una manera que me hizo poner mas nerviosa- bueno si, ¿sabes cuando volverá?

-No, no se cuando regresa, me ha dicho que tiene mucho trabajo- me limite a asentir y a bajar la mirada- ¿Quieres que vuelva?

No conteste, las lagrimas comenzaron a salir en grandes cantidades haciéndome querer gritar, un nudo se había formado en mi garganta, era obvio que quería que volviera, no se porque lo extraño tanto si no somos nada.... solo ¿amigos?, no se lo que seamos, me siento confundida.

-Hablare con el luego, le voy a preguntar cuando regresa- asentí ante lo que ella había dicho, no podía mirarla, sentía vergüenza.

-¿Podrías dejarme sola, por favor?- pregunte caminando a mi cama.

-Lo hare, pero primero quiero saber ¿que te pasa?- su voz no mostraba ninguna emoción, pero se que estaba preocupada.

-Es solo que...- sentí que mi rostro se calentó, estaba sonrojada- estoy en esos días y me pongo muy sentimental cuando estoy así.

-Es normal, bueno, te dejo sola- dijo para luego salir y cerrar la puerta, sus pasos se escucharon mientras ella se alejaba.

Comencé a sollozar sin razón alguna, solo quería llorar, me sentía sola en esta casa tan grande, nunca imagine sentirme de esta manera tan extraña y nueva para mi, todos estos sentimientos son muy nuevos para mi y la verdad es que me da miedo, me da miedo salir lastimada.

De tanto llorar sentía que mis ojos comenzaron a pesar, me sentía mental y físicamente cansada, no había hecho ningún esfuerzo, no tenia sentido que me sintiera cansada físicamente, no continue luchando con el sueño y me rendí ante los brazos de Morpheo.

La nerd del mafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora