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« 10 Años Después »
«Hyoga»
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La gente dice que el tiempo pasa volando, debo admitir que estoy totalmente de acuerdo. Ya han pasado 10 años desde aquel incidente, cumplí mis 28 años de edad y conseguí un trabajo estable. Sinceramente estoy satisfecho con mis resultados, aún así, extraño a aquella persona que se robó mi corazón en secundaria. Actualmente soy un guardabosques en el aquel temible lugar; así es, el bosque Saint.

Adoro mi trabajo, pues estar dentro de aquel lugar me hace sentir como si Shun sugiera conmigo, suena algo a una obsesión o una fantasía que nunca se cumplirá pero soy feliz asi.
Y acerca de los demás, Saori se convirtió en maestra de nivel primaria, Seiya en un mecánico muy astuto Shokō logro superar su trauma de abuso sexual y se dedica a enseñar defensa personal a niñas pero nunca supimos más de Ikki, tal vez se fue con Pandora o algo asi; también conseguí unas prótesis de metal para mis manos, algo así como un robot pero funcionan bien, no puedo quejarme tan siquiera recupere mi movilidad en mis manos.

Hoy me encuentro esperando a una excursión de niños que guiare en el bosque, siendo sincero estoy emocionado pues podríamos entrar sin temer a qué esas "cosas" nos hagan daño.  Cuando llegaron su maestra llamada Katya me puse en marcha a enseñarles desde la zona de campamentos hasta el río cristalino; llevábamos alrededor de una hora caminando y explicando las leyendas de este bosque como la de las escaleras o pie grande, hasta que paramos a comer en una zona algo frondosa.
No preste atención del todo al alrededor pues algunos niños me dijieron que escucharon cosas raras, tal vez un oso o un simple conejo, intenté tranquilizarlos hasta que una niño llamado Alone me tomo de la camisa...

— Señor guardabosques, hay una persona por allí, parece necesitar ayuda - Lo mire raro tanto el como a dónde señalaba, que parecía ir a lo más profundo del bosque.
— Tal vez viste mal pequeño, no hay nadie a estos kilómetros. - Dije juguetón sin seguir
creyendo en sus palabras, el me insistio que lo siguiera y cedí aún con la burla.
Removimos algunos arbustos, y caminamos un poco para escuchar al alguien respirar de forma pesada, entre naturalmente en pánico y cargue al niño dispuesto a correr. — Alone, no creo que sea seguri seguir - susurré acercando al niño a mi pecho — Pero es inofensivo, hay que ayudarlo - jalo mi camisa insistiendo, trague saliva y baje al niño poniéndolo detrás de mi, quite los arbustos de mi vista para ver aquella figura delgada, de piel blanca y cabellos verdes.

— nos volvemos a ver...-

— ...Hyoga... -

~Gracias por leer "FOTOGRAFÍAS"~