Mark nunca había creído en algo que se alejase de su odiosa rutina y mucho menos en algo como el hilo rojo del destino.
Todo cambiará cuando al llegar el momento de encontrarse con su persona destinada, lo odie con todo su ser.
¿Qué tendrá el desti...
La música estaba a todo volumen y retumbaba por todo el salón. Mark, meneaba las caderas despacio mientras arreglaba cabezas de gambas y almejas. Habían decido hacer una barbacoa y su suegra—que bien suena eso— le había pedido por favor una de sus famosas ensalada de marisco.
Todo iba de bien a mejor. Por fin había decidido entrar a la universidad, con Interpretación musical y danza como carrera elegida. Y aunque el estudiar le quitaba mucho tiempo de estar con Jackson, lo compensaba esas noches silenciosas en las que Jackson se quedaba en su casa simplemente para abrazarlo y mirarlo hasta que amanecía.
Jackson actualmente se estaba haciendo cargo del gimnasio, después de que Mark le contase lo que realmente quería hacer y que jamás le había gustado el boxeo. Ambos estaban muy felices de estar haciendo lo que realmente amaban.
Mark era feliz joder, por primera vez desde que su madre faltaba él podía sonreír todos los días. Tenia al amor de su vida junta a él, a una mujer maravillosa que le trataba como a un hijo día tras día y, por supuesto, a sus dos mejores amigos.
BamBam y Yugyeom andaban siempre rondando por alrededor. Cuando el menor despertó, la reacción de todo el hospital fue la misma que cuando lo hizo Mark, pero al igual que en su caso una semana más tarde BamBam era libre. Si relación con Yugyeom había renacido y se había vuelto a llenar solo de buenos momentos.
Todo estaba bien. Todo era correcto.
La puerta de la casa se abrió dejando ver a un Jackson con unos pantalones ajustados y una camisa blanca formando un conjunto muy sexy, pero como Mark estaba perdido en la música y en las cabezas de gambas no se percató de ello. Fue hasta su pequeño novio y le abrazó por detrás haciendo que pegase un pequeño salto sorprendido.
—¡Ya! Me asustaste— Jackson escondió su cara en el cuello de Mark y sonrió aún cuando no podían verlo.
—Perdón, pero te veías muy adorable moviendo las caderas así— murmuró contra su piel.
—¿Adorable? ¿Solo adorable?— Mark giró sobre sí mismo y rodeo el cuello de Jackson con sus brazos.
—En realidad, te veías muy, muy sexy— El menor se mordió el labio y Mark rió.
—Tengo un regalo para ti.
—¿Regalo? Pero mi cumpleaños es dentro de un mes.
Mark se separó de él y tiró de Jackson hasta el salón.
—Espera aquí un momento— dejó a Jackson con sigilo en el salón y subió al piso de arriba con su delantal de ositos de colores.
Jackson no pudo evitar reír ante tal escena. Mark volvió a los pocos minutos con un sobre amarillo en una mano y un bolígrafo en la otra.
—Bueno, que conste que este no es tu regalo de cumpleaños, para ese día tengo algo mejor— le dio su mejor sonrisa y le entregó el sobre.
—Me estás asustando— rió nervioso y abrió el sobre sacando unos documentos.
Antes de leerlos miró a Mark analizando su expresión.
—Leelo— le incitó.
/Acta de cambio de propiedad/
Con este documento el señor Mark Tuan deja de ser propiedad de "Strong life", edificio designado a un gimnasio, para pasar a ser propiedad de Jiaer Wang.
Firma del propietario anterior: Mark Tuan.
Firma del propietario actual:
Jackson miró a Mark sin terminar de entender la situación.
—¿No vas a firmar el acta de tú nuevo gimnasio?
—¿Y-yo? ¿Por qué me lo das?
—Porque estará en mejores manos— sonrió ampliamente.— Es tuyo Jackson, desde hace mucho tiempo.
Jackson le abrazó con lágrimas en los ojos. Le apretó contra él y le dio varios besos sonoros en la mejilla.
—Te amo Mark, te amo mucho.— Mark se separó y acarició su mejilla.
—Yo también te amo. Ahora, firma ese acta y déjame terminar de preparar la comida antes de que venga BamBam y nos mate a ambos.
Se separaron y en ese mismo instante el timbre sonó. Mark miró a Jackson con una mirada cómplice y fue a abrir.
—¡Ya llegó a quien extrañabais bebés!— BamBam entró como si fuese su casa y Mark rodó los ojos.
—Yugyeom, pasa— el menor se inclinó sonriendo y pasó.
—Hyung, ¿cómo estás?
—Todo bien pequeño— le revolvió el pelo.— podéis ir al patio, solo falta la señora Wang.
El menor asintió y fue junto a su prometido y a Jackson, al patio. Porque sí, Yugyeom y BamBam llevaban comprometidos desde en mes atrás; como decía, todo iba perfecto.
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—¡Jackson se quema la carne— gritó el menor de todos.
—No, no, la carne no. ¡Mamá! Para eso.
La señora Wang rió y terminó toda la carne. Se sentaron a comer todos juntos sin dejar las risas atrás.
—Bueno, tengo algo que decir— Jackson tocó con su cuchara la copa llamando la atención del resto.
Se giró en dirección a Mark y tomó sus manos.
—Mark, eres la casualidad más bonita de mi pequeña existencia. Agradezco a mi pasado por traerme hasta aquí y a mi madre por mandarme a un supermercado y con ello haber podido conocerte. Eres el ser más precioso que alguna vez he visto y discúlpame si soy atrevido, pero quiero pasar el resto de mi vida contigo.
Soltó una de sus manos y se puso de rodillas sacando una caja aterciopelada del bolsillo.
—¿Serías capaz de aceptar a este idiota en tu vida para siempre? ¿Te casarías conmigo?
Mark, quien era un mar de lágrimas, asintió abrazandolo enseguida. Sus amigos y suegra aplaudieron emocionados.
—Gracias por aceptarme, te amo.
—Te amo— le besó abrazándose a él.— ¿Ahora si crees en la magia?
—Ahora si creo en la magia.
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Ahora sí, esto se ha terminado👊🏻😔 Gracias por leerme y acompañarme hasta aquí. Sí has leído esta historia, que sepas que te quiero un mundo entero. De verdad, gracias💜
