CAPÍTULO 3: No apartes la mirada

411 27 10
                                    

"Puedes venir delante de mí, es más fácil." Me da un consejo con el que estoy de acuerdo sin ninguna duda. Me siento en el escritorio justo delante del suyo y coloco mis cosas para trabajar mientras él está escribiendo algunas cosas con la tiza en la pizarra, con el movimiento de su firme brazo y su venosa mano, mientras tiene la otra en el bolsillo de sus pantalones negros, esa postura es atractiva y la manera en que su bíceps se flexiona y se hace visible por debajo de la tela blanca que está más ajustada que el cuero, haciendo más difícil permanecer indiferente. Estoy segura de que se arremangó las mangas solo para mostrar como sus músculos y venas sobresalen de su piel.

Se da la vuelta y pasa su limpia mano por su pelo para echarlo hacia atrás. "Ven a resolver esto." Indica con un gesto que me levante y me acerque a él, lo cual hago tímidamente. Me da la tiza blanca y la cojo, me coloco en el pequeño espacio entre su figura y la pizarra.

Está demasiado cerca de mí, incluso cuando está posicionado justo detrás de mí con una pierna en la mesa, medio sentado, me siento demasiado avergonzada y el silencio es insoportable. ¿Qué pasa si mi estómago ruge?

Intento descifrar todas las ecuaciones que él escribió pero joder, mi cerebro está distraído por la presencia del hombre y lo que está provocando en mí corazón.

"Olvidaste el paso para valuar la y." Hace notar mi error. Intento rectificar mi metedura de pata pero no importa qué estoy haciendo o cómo de lejos estoy viajando a través de mi memoria para recordar mis lecciones, no puedo encontrar la solución. De repente percibo calor detrás de mi cuerpo. Es él, se ha puesto detrás de mí y ha cogido una tiza roja para corregir el problema. "Aquí. Es simple."

Mierda... Soy enana comparada con su altura y me siento como un gatito al lado de un león en este momento, pero se siente bien estar en una postura así con su cuerpo tan cerca del mío. No me importa, lo admito.

"Solo tienes que pasar ese número al otro lado." Dibuja una flecha y su brazo está muy cerca de mí como si fuera a colocarlo alrededor de mi cuello. "... y pones esto entre paréntesis, así, tienes el valor de x e y." Da un paso atrás y deja caer la tiza en su sitio. "¿Entiendes cuál fue tu error ahora?" Inclina la cabeza a un lado con una sonrisa, sus grandes ojos cautivando los míos. "Sí Sr. Jeon, ahora lo capto." Le sonrío de vuelta. "Veamos si es cierto. Resuelve esta ecuación tú sola." Apunta con su dedo al otro lado de la superficie negra. "Pero solo puedo hacerlo correctamente cuando no estoy estresada..."

"Por qué estás estresada? No hay razón para estarlo." Me sonríe ampliamente y me hace sentir más relajada cuando estoy entrando en pánico solo de verlo actuar tan amablemente conmigo. "Me estás mirando mientras trabajo, eso me estresa..."

"Oh... ¿Y hay algo que pueda hacer para hacerte sentir cómoda?" Suaviza su tono de voz, haciendo que suene tan placentero para mis oídos que incluso puedo seguir oyéndolo en mi mente, sin cansarme de las mariposas que eso provoca en mi estómago pero, ¿qué acaba de sugerir ahora mismo?

"No lo sé..." Me cruzo de brazos, queriendo reconfortarme y aparentar estar más relajada de lo que en realidad estoy.  ¿Por qué estoy mirando sus labios? Ese color rojo y su adorable y bien definida forma me esta tentando. "¿Qué tal si... me ves como algo más que tu profesor? No te corregiré hasta que hayas acabado y solo estaré a tu lado observándote. ¿Vale?"

"Está bien." Acepto y me muevo a la parte que espera mis respuestas para rellenar los espacios vacíos.

El Sr. Jeon está de pie a mi izquierda, apoyado en la pizarra a pocos pasos de mí. Sus ojos no se centran en las líneas blancas que estoy trazando en la superficie, sino que viajan alrededor de mis curvas. Hago mi mejor esfuerzo para no prestarle atención y centrarme solo en lo que mi cerebro está tratando de resolver, que es una ecuación. No pude resistir al deseo de examinarlo y ver donde tenía su atención puesta.

PROFESOR PRIVADO || J.J.K x TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora