CAPÍTULO 7: Las lágrimas que causaste

280 18 7
                                    

"No... Yo solo..." Se muerde el labio y evita mi mirada. "No puedo dejar que me  enamore más de ti..."

No digo ni una palabra más y me alejo, las lágrimas llevan saliendo de mis ojos desde que mi corazón se rompió, justo cuando pensaba que verlo me haría sentir mejor, sabía que terminaríamos una vez se hubiera cansado. "Abre la puerta." Digo con voz temblorosa, de repente me siento débil y dolida. "TN... Por favor..." Intenta tocar mi brazo, pero doy un paso atrás para evitarlo, sintiéndome como si fuera a explotar en lágrimas como nunca antes lo había hecho. "No me toques, déjame salir ahora mismo."

Exhala bruscamente, sus pies golpean suavemente el suelo de baldosas para alejarlo de mí y agarrar la llave. Da un paso atrás y, sin mirarme, abre la puerta. "Nunca quise herir–" No espero a que acabe de hablar y salgo, para dejar claro que me importan un comino sus inútiles palabras que no sirven de nada. Me alejo, las lágrimas caen por culpa del dolor en mi corazón. Lo odio y me odio, por enamorarme de la persona equivocada.

Dejo que mis pies me guíen lejos de esa clase, deseando distanciarme de ese rompecorazones lo máximo posible.

Con mi inteligencia, choco con alguien por accidente.

El chico me sostiene por la muñeca mientras retrocedo bruscamente por el choque y mi carpeta cae al suelo. Me inclino inmediatamente sin mantener contacto visual con él para disculparme y me agacho para recuperar mi carpeta.

"Hola TN..." Se pone a mi altura para ayudarme, haciendo que le eche un vistazo al chico cuyas manos son más venosas que las de un culturista. "Lo siento Yoongi." Limpio mis lágrimas y sorbo mientras me levanto.

"¿Dónde vas? La clase de mates empieza en dos minutos." Menciona el tiempo restante, que ha pasado demasiado rápido. No estoy de humor para afrontar al profesor cuyo nombre permanece amargo cada vez que pasa por mi mente. "Yo... Necesito coger... Olvidé algo en mi taquilla..." Pongo una escusa para escapar pero sus suaves manos me sostienen por el brazo. "¿Qué pasa...? ¿Por qué lloras...?"

"Solo me he caído y me he hecho daño..." Evito mirarlo a la cara, mirando al suelo o alguna otra parte que no sean sus facciones. Pone su dedo debajo de mi mentón y levanta mi cabeza, forzándome a conectar nuestras miradas. "¿Estás segura? No veo marcas en tu piel ni en tu ropa..."

Inhalo profundamente y exhalo. "Estoy segura..." Reafirmo mi mentira, acostumbrada a hacerlo. Se rinde y quita su mano para echar un vistazo a su reloj. "Te acompaño a la taquilla, solo tenemos un minuto así que mejor démonos prisa." Me coge la mano y me arrastra hacia las taquillas, corriendo por los pasillos aunque esté totalmente prohibido. Presiento que voy a quedar como una tonta una vez tenga que admitir que no necesitaba nada. Pasamos por delante de muchas clases cerradas y en pocos segundos alcanzamos el sitio al que queríamos ir.

Nuestras respiraciones son inestables, se apoya en las taquillas grises y deja ir mi mano para que abra la mía. "Date prisa. El timbre sonará en pocos segundos..."

"Yo... Puede que te haya mentido un poco, para ser honesta..." Confieso y lo miro disimuladamente, parece que correr no le ha sentado muy bien. "¡¿QUÉ?!" Me mira mal, mientras se inclina con las manos en sus caderas para recuperar el aliento, no puedo evitar sonreír por lo adorable que se ve ahora mismo. "TN... Me has hecho correr como si mi vida dependiera de ello, ¡¿y ahora que me estoy muriendo me dices que era mentira?!"

"Yo solo... Necesitaba estar sola... Lo siento..." Muerdo mi labio superior, sintiéndome mal por el pobre chico. "Las disculpas no funcionan querida." Se pone derecho, moviendo su dedo de derecha a izquierda para mostrar su desagrado mientras hace una mueca. "Hazme el boca a boca para reanimarme... Me voy a des–" El timbre suena justo en medio de su jadeante frase. "Ah... ¿En serio?" Se queja del sonido que siempre arruina nuestras vidas. Suelto una risita mientras miro a los alumnos entrar en sus clases. "Vamos a clase..." Me indica que lo siga, pero su súbito recordatorio me recuerda lo que pasó antes, no estoy dispuesta a ver al tío que rompió mi corazón hace un rato.

PROFESOR PRIVADO || J.J.K x TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora