꧁ 𝘒𝘚𝘊𝘕𝘔𝘋 ᴼⁿᵉ⁻ˢʰᵒᵗˢ꧂

86 𝙫𝙞𝙙𝙖𝙨

Las raptó.

Su padre las amenazó  con destruir la humanidad si se negaban a ir con el, ellas con el temor de que sucediera, aceptaron.

antes de ir allí el vino conmigo diciendo que el precio que tengo que pagar para dejarlas libres era muy alto. Pero, de todos modo acepte. Preparé algunas cosas, y sali de mi  departamento.

Camine hasta la casa de Lucoa para pedirle que me llevar hasta donde estaban ellos. Después de varios intentos accedió. Abrió el portal y cuando entré me di la vuelta y dije:

-Ire sola

Me miró sorprendida, pero no se rehusó. Se quitó del camino y me dio el paso, cerrándolo detrás de mi. Quizás no tenia permitido interferir en esto.

Camine un rato hasta encontrarme con ellos. Ellas estaban detrás de el y cuando me vieron pude ver una expresión de felicidad y preocupación en sus rostros. Seguramente no esperaban verme ahí.

El me analizo unos segundos para luego tomar la palabra.

-Tienes coraje, humana.

Me miro a los ojos y dijo:

-Espero que estes preparada.

De repente, una luz me cegó por uno momento. Cuando recuperé mi visión, vi a los dragones  en una fila detrás de el.

Llamó a Tohru y le dio una arma, para ser específicos, una pistola humana. Ella no sabia que hacer, tomo el arma entre sus manos  y solo se limito a observarla.

-Tarde o temprano tendría que castigarte por tus actos tan. . . absurdos.

Tohru lo miro enojada.

-Elegiste a una humana antes que a los de tu especie. Y ahora, será lo mismo.

Yo empezaba a comprender a donde quería llegar.

-O eliges a la humana. O a ellos.

-No puedes matar dragones con armas humanas. —Dijo Tohru.

-Lo se, pero si se puede matar humanos.

Todos entendieron que quería dice con esto. En el caso que los eligiera a ellos tendría que matarme.

Solté un suspiro. Mire a Tohru y empeze a acercarme a ella. Todos me miraban, algunos temor, otros con tristeza. 

Estando en frente de ella tome la pistola y le quite el seguro. No sabia mucho de armas y todo mi conocimiento era por las películas o series policiacas. Pero eso fue suficiente para poder cargarla y dejarla en sus manos

La mire a los ojos y dije.

-Se que tienes miedo de lo que estoy apunto de hacer. — Agarré sus manos e hice que tomara el arma. — Pero esto es por un bien mayor — ubique sus manos en mi pecho, haciendo que la boca de la pistola estuvieran apretada a mi. — en el departamento hay algo para kanna y para ti. — Sus manos temblaban, de sus ojos salieron lágrimas y balbuceaba palabras como: ”Por favor, no lo hagas“. — es una carta y una caja.  Ahí, en la carta, esta todo lo que no pude decirles por diversas razones; por tiempo o simplemente por mi cobardía. — No quería llorar, iba a empeorar las cosas. — Quiero que quede claro. No importa cuanto tiempo pase, no importa en que lugar estén. Algun día, las volveré a ver.

Cerré mis ojos y espere el impacto.

Escuche el disparo y sentí por un momento como la bala paso por mi cuerpo. Pude sentir el suelo hacer contacto con mi cuerpo casi inerte.