Two Ways

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Mi padre bajó rapidamente para intentar reanimar a mi madre mientras yo comía mi desayuno lo mas rápido posible. Seguramente se me haría tarde. Mi primo llegó como todos los lunes a probar suerte con nosotros para ver si lo llevábamos a la escuela, o mas bien, ahora a probar suerte conmigo para que lo llevara a la escuela. Como vivía en la casa al lado de la mía no caminaba demasiado.

—Hey. —saludó mirando algo extrañado como mi padre pasaba un algodón con alcohol por la nariz de mi madre, consiguiendo reanimarla. —¿Qué pasó aquí?

Entonces miro por todos lados y supe a quien buscaba.

—¿Y Kookie?

—Se frió consiguiendo un bronceado. —contesté rapidamente antes de que mi madre pudiese decir algo al respecto. Mi primo abrió los ojos como platos y su mandíbula casi tocó el piso, de haber sido eso posible.

Me encogí de hombros nuevamente haciéndole una señal para que me siguiera al auto. Tomé mi mi mochila de donde siempre la dejaba y entonces me di cuenta que el seguía pasmado donde lo dejé. Quizá esa tampoco había sido una buena excusa.

50 Ways to Say Goodbye | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora