50 Ways to Say Goodbye | Jikook

Eleven Ways

Me senté en el lugar más alejado del salón, completamente seguro de que nadie se sentaría a mi lado, en esta clase todos se peleaban por los asientos del frente ya que la profesora escribía increíblemente pequeño y extremadamente rápido. Si no copiabas a la misma velocidad te quedabas sin los apuntes del día.

Mis compañeros fueron llegando y mi plan surtía sus efectos, hasta que uno de ellos se sentó a mi lado. Más específicamente Hoseok, quien frunció los labios al verme. Si las miradas mataran, el seguro ya habría acabado con mi vida.

—¿Por qué mientes Park? —cuestionó con dureza, ignorando las instrucciones de la maestra.

—No sé de que hablas. Como ya te dije, Jungkook se ahogó en una tina de agua caliente. —solté fingiendo indignación.

Definitivamente podía llegar a ser extremadamente creativo en estas cosas, pero como cualquier mentira siempre existía el riesgo de que no dijeras lo mismo que dijiste a la persona. Justo como al parecer me sucedía demasiado.

—Te atrapé. —declaró tomando mi brazo y jalándome fuera de la clase, sin importarle los llamados de la profesora porque regresásemos a nuestros lugares.

Ahora sí que estaba en problemas.