Eight Ways

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En el almuerzo logré encontrar una mesa vacía en una esquina de la cafetería. Feliz, me senté a comer mi almuerzo que mi madre me había preparado esta mañana. Me dispuse a dejar de pensar en el día caótico que solito me había creado, con tal de poder disfrutar de mi delicioso sandwich de mermelada. 

Mis planes se vieron terriblemente interrumpidos cuando Yoongi apareció de la nada frente a mi. Su mirada era gélida como un glaciar y casi me congelo en mi lugar. No sé de donde saqué la valentía para volver a interrumpir lo que iba a decir.

—Ya te dije, se lo comió un león. —sin esperar por nada me levanté y prácticamente huí del lugar. 

Todo sea por salvaguardar mi orgullo. Entonces detuve mis pasos por completo. Demonios, era un tiburón no un león.

50 Ways to Say Goodbye | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora