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Al día siguiente...

ByeongKwan y Sehyoon se estaban encargado de la limpieza en la casa ese día, Jun se había encargado de cuidarme mientras el suelo iba secando. Si bien ese yeso condenado seguía en mi pie, dolía menos de lo que dolía que el primer día.

Jun estaba conmigo, estábamos leyendo un libro en el sofá mientras Donghun cocinaba. Las pesadillas se habían calmado, agradecía haber podido dormir algo al fin por que las ojeras me estaban comiendo la cara.

El doctor se había ido al trabajo pero, preguntando si alguno de nosotros sabía conducir, nos confío las llaves de su coche diciendo que es necesario que me saquen a recibir aire fresco por que quizás estoy comenzando a deprimirme y por eso tengo pesadillas horrible.

Sehyoon las tomó y prometió hacerse responsable por el vehículo. Entonces después de tomar una merienda temprana a media mañana, me pregunta: -¿Channie hay algún lugar al que quieras ir?

Yo no quiero salir, la verdad, tengo un maldito yeso en el pie. Pero creo que quizás aire fresco me ayude a refrescarme la mente.

- No tienes que bajar del auto si no quieres - ByeongKwan me dice, dándome ánimos para salir - Con que disfrutes de la vista de la playa al lado de la carretera te podría ser de ayuda.

Asi que al final termino aceptando y mientras Donghun, Jun y ByeongKwan se quedan en casa. Sehyoon hyung me lleva a dar un paseo.

El paseo comenzó y Sehyoon hyung condujo el auto hasta el borde de la isla, en la carretera junto a la playa.

Bajo la ventanilla para sentir la brisa del mar, el olor es agradable y me trae buenas sensaciones sobre encontrarme en mi hogar. Vamos en silencio, Sehyoon hyung y yo no somos taaan cercanos, pero se preocupa por mi y es bueno conmigo, cuida de mi y aunque es serio y silencioso, es un buen hyung.

- Mmmh.. - Murmuro, cuando cruzamos la entrada de una de las aldeas rurales. Me parece... Familiar.

- ¿Pasa algo, Channie?

-Sehyoon Hyung-Le digo, mirando con atención hacia la calle de tierra sin pavimento -Ahí...

- ¿Qué pasa ahí? -Me pregunta, bajando la velocidad del coche. Se parece mucho a lo que tengo en mis recuerdos sobre donde vivía.

- Creo que pude haber vivido por esa zona.

- ¿Si? ¿Damos una vuelta por ahí? -Sehyoon me pregunta, orillando el vehiculo para meterse...

Yo asiento, mirando con atención las casa pequeñas, definitivamente me parece similar. Recuerdo como era mi casa y recuerdo que mi madre siempre ponía a secar pecado afuera, sobre una enorme roca.

Que coincidencia que haya encontrado este lugar, nunca quise buscarlo mucho pero la ocasión ha surgido y...

- ¡Ahí! ¡Ahí, esa casa! -Digo señalando con un deja vu recorriendome la mente. Hay una casa en escombros y una piedra enorme. Si no estoy mal, ahí debí haber vivido yo.

Las otras casas están más lejos.

- ¿Quieres bajar a ver? -Sehyoon me pregunta pero yo niego, no hay nada que pueda hacer, la madera que construía la casa se quemó y ahora solo quedan escombros perdidos y esa enorme roca.

- No tiene sentido ahora - Digo en un suspiro, unos niños vienen corriendo desde la orilla del mar, traen piedras en las manos, deben estar jugando. Una madre sale de una casa para sermonearles y hacer que entren de una vez.

Volteo a ver y la mujer se percata de que hay un auto estacionado frente a la casa quemada.

Estiro mi mano, saludando.

Ella inclina su cabeza, saludando con respeto. Sehyoon pone en reversa el auto y nos acercamos a ella, entonces en un atrevimiento le hablo - Buenas señora, disculpe, ¿por casualidad usted sabe que sucedió con esta propiedad de aquí?

La señora voltea a ver hacia dónde le señaló y me mira sería y en silencio.

Pasan unos segundos de su frío silencio cuando se dispone a hablarme -¿Quién es usted?

Me aclaro la garganta para responder - Mi nombre es Kang YooChan y...

-¿Kang? Tú... ¿Por qué estas preguntando esto? -Ella me interrumpe, mirándome indiferente.

- Yo... Viví aquí cuando era niño y...

La señora parece asustarse de algo, hace un jadeo de miedo y lleva sus dos manos a su boca, para cubrirla mientras me mira, esta vez alarma.

-Tú eres el hijo de los que vivían en esa casa- No es una pregunta, ella lo dice como una confirmación.

Yo asiento, reconfirmando.

- ¿Conocía a mis padres? Yo...

- ¡Vete demonio! ¡No te queremos aquí! ¡Vete ahora y jamas regreses! - Grita ella de la nada, dándome la espalda y apresurando el paso hacia su casa para encerrarse sin decirme nada más.

Sehyoon y yo volteamos a vernos, sacados de onda y sin entender nada. Qué extraño.

Mientras vuelvo mis ojos a la casa, recuerdo entonces cuando un perro me mordió. Recuerdo que no pude llegar a casa por que era en la pierna... En la misma pierna que ahora tengo enyesada.

- Sehyoon hyung...

Digo, volviéndome loco en mi mente, recordando de golpe muchas cosas. Cuando mi madre me llevó hacia una curandera en brazos, yo no podía hablar, tenía mucha fiebre y... ¡Oh!

- ¡Sehyoon hyung! - Digo con una revelación en la mente - Conduce hasta el final de la playa, aquí ala derecha, creo que recuerdo a donde me llevó mi madre.

Sehyoon no me cuestiona nada, solo asiente, con el ceño fruncido y extrañado pero no se niega, me da una mirada de apoyo y acelera el coche...

NOTA

Perdón por el capitulo algo corto :/

«THE DEMON IN JEJU [ INCUBOS ]»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora