𝘼𝙎𝙄𝙇𝙊 ||𝙍𝙪𝙗𝙚𝙜𝙚𝙩𝙩𝙖||

𝐀𝐟𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐚𝐝𝐨

- RUBEN RUBEN RUBEN RUBEN - El chico más guapo de Karmaland gritaba, llamando al otro constantemente mientras corría por los pasillos de su casa

- ¿Que pasa tío? - Rubius lo detuvo de un jalón, lo veía confundido y curioso por la situación

- ¡Akira! ¡Nieves! - Es lo único que contesto Vege, exaltado y abrazando a Rubius con fuerza

- ¿Que pasa con ellas? ¿Están bien? - Correspondió el abrazo, sintiendo el adorable fragancia del otro

"Joder Vege, ¿que perfume usas?" se preguntaba Rubius en su cabeza, con sus mejillas levemente rojizas, asegurándose que el otro no lo viera

Quería permanecer así, sintiendo el olor y la respiración del otro sobre su hombro, pero...

No era el momento

- ¡Están perfectas! ¡Tan perfectas que se están besando en mi cara! - se separó del abrazo y tomaba al oso de los hombros

Rubius no sabía cómo pasó, pero con un movimiento rápido, Vegetta lo abrazo por la cintura, le metió el pie e hizo que Rubén se pusiera en diagonal, con una mano libre lo tomo del mentón y se acercó tanto que parecía que lo besaba

- ¡Así tío! ¡Frente a mis narices! - Vegetta seguía hablando y hablando sobre lo que vio apenas hace unos minutos

"Tío, tiene unos labios rosas y húmedos..."

Rubén ya no escuchaba nada, justo ahora, lo único que veía era a Vegetta a los labios y de reojo a sus ojos

No sabía que le volvía más loco, esos labios que describió antes o esos ojos tan brillantes como una amatista, que lo hacia olvidar todo lo malo

- ¿Me estás poniendo atención Rubius? -

"¿Con quién habla Vegetta?"

Rubius se pregunto en su cabeza, al momento que el otro lo separó y lo notaba con una mirada de confusión y a la vez de molestia

"Obviamente te está hablando a ti, imbécil, di cualquier cosa"

- ¡Los viernes de la jungla serán a todo ojete! -

"¡Todo menos eso!"

Vegetta lo vio aún más confundido, pero no pasó mucho tiempo para que la habitación se llenara de una risa

Su amado había soltado una carcajada, sorprendentemente

El de cabello claro lo veía sorprendido y se había sonrojado sin si quiera darse cuenta, como no hacerlo al ver al otro reir

Era cierto que lo quería ver gritando en la cama pero... Joder

Un Vegetta riendo, siendo feliz y haciéndote compañía es lo mejor que el mundo puede darte

- Soy afortunado - soltó en voz alta

- También yo, Rubius - dijo Vegetta, sosteniéndose el estómago y limpiándose una lagrimita

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Están locos ah, los amo 😔👌💖