Capítulo 5

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~Anteriormente~

Juro, juro explicarte todo si te calmas...- seguía hablando tranquilamente, ¿acaso él ya ha visto estas cosas?-

-Suspiré intentando recuperar la calma.- ok, ok... me calmo

Bien, ahora necesito que me acompañes a ir por alguien.- tomó mi mano mientras caminábamos hacia el estacionamiento.-

No.- me detuve en seco.- explícame primero y luego yo decido si te acompaño o no

Zabdiel

-Todo sucedió en cuestión de segundos. Estaba tomando mi clase correspondiente hasta que al mirar por la ventana veo un cielo y unos rayos que se me hacían perfectamente familiares. Me dirijo hacia la profesora preguntándole si podía ir al baño, a lo que ella coquetamente contestó que si. Con el tiempo que llevo aquí ya me he acostumbrado a los comportamientos que tienen estos seres, imagínense he visto de todo. Profesoras intentando ligar con estudiantes ya no es ninguna sorpresa para mi. En fin, salí del salón dirigiéndome afuera del campus donde para mi sorpresa y mala suerte Verónica se encontraba a la interperie de todo el espectáculo que estaba dando Torgana. La empujé justo cuando uno de los rayos se dirigía hacia ella. Esto hizo que también cayera al suelo y quedara inconsciente por par de minutos. Ahora, me encuentro intentando convencerla de que venga conmigo a buscar a Aerina para así poder ir a un lugar en donde pueda explicarle todo con exactitud.-

No puedo explicarte este tipo de cosas aquí Verónica...- le susurré.- así que si o sí debes venir conmigo, o no obtendrás respuestas de nada.- estuvo varios segundos retándome con su mirada, no logró su cometido.

Aghh está bien, voy contigo entonces.- ya rendida caminó junto a mí hasta mi moto.-

Bueno solo tengo un casco, así que ten.- dije cediéndole mi casco mientras me subía a la moto.-

Eh, ¿en serio debemos irnos aquí? Digo...- la interrumpí.-

¿Te estás comportando como la típica niña buena que no se sube a motos? ¿O qué? Es el único transporte qué hay, a menos que quieras caminar durante dos horas.- espeté, a veces no suelo tener mucha paciencia.-

Bájale a tú actitud.- suspiró, pude notar que estaba algo enojada pues sus facciones y en la forma que hablaba lo decía todo.- nunca me he subido a una para que sepas...- susurra subiéndose a la moto y colocándose el casco.-

Solo debes sujetarte de mí para que no te caigas y listo.- dije encendiendo la moto mientras ella asentía a mis indicaciones.- ¿lista?

Bueno, eso creo. Solo... no hagas que nos matemos ¿va?- reí ante su comentario.- no rías Zabdiel, lo digo en serio

No vamos a morir, sujétate y ya.- dicho esto colocó sus brazos alrededor de mi cintura dándome a entender que ya estaba lista y así emprendí camino a buscar a Aerina.

-Tras varios minutos recorriendo las calles de la ciudad llegamos a nuestro destino. Durante nuestra estadía en este mundo, Aerina y yo logramos conseguir un pequeño aposento donde pasar nuestros días. Ya lo habíamos acogido a nuestra manera, claro, sin ser descubiertos. -

¿Es aquí?- pregunta Verónica al aparcar la moto. Asentí apagando la misma y bajando de ella.-

Tal vez no es lo que esperabas pero, no hay lugar más seguro que este.- dije y tomé una de sus manos ayudándola a bajar de la moto. Luego de esta acción, se deshizo del casco y lo dejó en ella.-

Gracias.- me dedicó una pequeña sonrisa.- Tranquilo por eso, mejor vayamos entrando pues...- señaló al cielo, el cual se iba tornando color gris en señal de que estaba a punto de llover.-

Si, mejor entremos ya.- reí bajo mientras caminábamos.- o seremos hadas sin vuelo

Verónica

¿Cómo que hadas sin vuelo?- reí ya que nunca había escuchado esa comparación.-

Es algo que solemos decir... mi... ¿familia?- rió junto a mí mientras nos adentrábamos a lo que es su casa.- Bueno, se dice mucho en el lugar de donde vengo

Claro claro, entiendo.-Volví a reír para luego percatarme exactamente del lugar a donde estaba adentrándome. Era pequeño, pero acogedor. Podemos decir que la decoración no es la mejor, ni siquiera había visto decoración de este tipo.-

Vuelvo en varios minutos ¿bien?- dijo Zabdiel sacándome de mis pensamientos. Lo observé y pude notar un lindo brillo en sus ojos, uno que nunca había visto en el.- puedes tomar asiento si quieres, Vero

Va, aquí te espero.- le sonreí mientras el se disponía a entrar a una habitación. Por mi parte opté por tomar asiento.-

-Saco mi móvil de mi chaqueta dándome cuenta de que en este lugar no hay servicio, no llamadas, no mensajes, nada. Observo mi fondo de pantalla, en el nos encontramos Joel y yo, sonrío con nostalgia. Desde hace semanas hemos estado un poco alejados. Nos vemos en la Universidad, claro, pero ya las cosas no son como solían ser antes. Siento que lo estoy perdiendo y no tengo idea de porqué. Ignoré mis pensamientos acerca de mi disfuncional relación al escuchar una puerta abrirse. De ella sale Zabdiel con una pequeña niña detrás de sus talones.-

Verónica, ella es mi hermana, Aerina.- habla Zabdiel mientras la niña tiernamente se asoma por detrás de su hermano.- Aerina, ella es mi amiga, Verónica...

¿Es la chica que observabas cada que venías al mundo humano Zabdi?- habló la pequeña dejándome completamente confundida, y a su hermano un tanto apenado.-

La magia más fuerte (Zabdiel De Jesús)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora