Capítulo 9

32 0 0
                                    

~Anteriormente~

Linda.- habló Verónica mientras reía un poco.- ¿qué tal si le contamos a Zabdiel sobre Sparkles?- dijo mientras se dirigía a la cocina.-

¿Sparkles? ¿Quien es Sparkles?- pregunté levantándome del suelo para poder sentarme en el sofá.-

Él...- dijo mi hermana señalando a un perro que salía de la habitación. Iba a tomar la palabra pues, apenas podíamos cuidarnos entre nosotros y ahora tendríamos que cuidar a un perro.- pero espera, antes de que hables...

Oh, sobre eso quería hablarte.- apareció Ronnie con un poco de hielo puesto en su ojo...-

A ver, explíquenme las dos.- me crucé de brazos mirando a ambas, quienes se encontraban frente a mi.-

Tranquila.- Ronnie acarició el cabello de mi hermana tomando la palabra.- para empezar pues... Aerina está prácticamente la mayor parte del día sola. Y debido a esto merece un compañero.- mi hermana la interrumpió.-

Lo hice porque me siento sola cuando ustedes no están.- espera ¿QUE?-

¿Cómo que lo hiciste? Explíquenme que sigo sin entender nada.- aun trataba de procesar las palabras de mi hermana.-

¡Pues ya te dije! No se como pasó pero aquí está, y es adorable...- el perro se paseaba por mis piernas y justamente me vengo a dar cuenta de que tiene alas, genial.-

Aerina, mi vida...- tomé aire y tomé sus pequeñas manos.- no podemos tener un perro aquí, apenas podemos sustentarnos nosotros mismos... no vamos a poder alimentar una boca más...- ví como el rostro de mi hermana se entristecía y esta vez fui yo el interrumpido.-

Mmm sobre eso, ya está todo solucionado.- habló Verónica, esta se ganó una mirada repugnante de mi parte.- no me mires así, Zabdiel

Pequeña, ve a la habitación. Ronnie ya está por irse...- Aerina nos dedicó una rara mirada, aún así terminó despidiéndose de Verónica para luego entrar en la habitación.- tú y yo vamos a hablar.- la tomé de la muñeca suavemente a lo que ella respondió soltando un quejido.- ¿que te pasa?- la solté de inmediato.-

No pasa nada.- soltó cortante.- ¿hablaremos o no?

Si, vamos...- salimos de la casa y la miro algo confundido. Digo, yo tampoco he tenido una buena actitud con ella que digamos pero... nunca se ha comportado así. Siempre tiene algo que reprochar pero esta vez no.-

¿Y bien?- se recostó de su auto con los brazos cruzados dedicándome una mirada fría. Ya no estaba el brillo en sus ojos que ví hace rato.-

¿Porqué te quejaste al yo tomar tu muñeca? ¿Y por qué esta actitud de un momento a otro?- espeté sin rodeo alguno. Ella se tensó ante mi pregunta y guardó silencio. Estuve esperando una respuesta de su parte por par de minutos, pero no argumentó ninguna palabra.-

¡Ronnie, maldición! ¡Habla!- y sí, mi paciencia y la inquietud me estaban matando.- ¿fue por lo ocurrido hace minutos? ¡Si quieres no lo vuelvo a hacer pero háblame...!

Yo... ¡aghh!- suspiró frustrada y se lanzó a mis brazos. La abracé pues, no tenía otra opción y tampoco es que no quisiera. Al contrario, me estoy acostumbrando a tenerla cerca.-

Sabes que puedes confiar en mi, Ronnie...- susurré audible para ella mientras la abrazaba.-

Y lo hago...- susurró separándose poco a poco de mi.-

¿Pues entonces? Dime qué pasa...- esta vez fui yo quien se recostó de su auto mientras ella se colocaba frente a mi con sus manos puestas en su cintura.-

Digamos que problemas.- suspiró relajando un poco su semblante.- pero estos no son importantes ahora, y si, peleame pero voy a cambiar de tema.- se cruzó de brazos y sí, esta es la verdadera Ronnie.-

Ya sé con lo que vienes y no, no Ronnie. Además, ya nos estás ayudando demasiado.- imité su acción cruzándome de brazos.-

Zabdiel, ¿no viste como se puso la niña al decirle que no podía conservar a Sparkles? La comida es lo de menos, lo que importa es el bien que le hace a Aerina. Tú mismo lo viste... por favor, deja que lo conserve ¿si?- hizo un tierno puchero logrando así convencerme.-

Bien bien, lo conservará. Pero yo me haré cargo de su comida.- volteé los ojos para luego sentir unos brazos rodeándome.-

Créeme, le hará muy bien.- susurró mientras me abrazaba.- espera...- se separó de golpe.- ¡que terco eres, Zabdiel!-reí al verla molesta.- no rías, no es gracioso

Esas son mis condiciones, al menos lograste convencerme de que lo conservara. ¡Triunfaste!- reí, ella seguía con su cara de enojo, tuvo que relajarse pues no cambiaré de parecer.-

Si que eres lo más terco que he conocido.- susurró.- pero bueno, ya estamos.- sonrió victoriosa.-

No, aún hay puntos que aclarar.- señalé sus muñecas haciendo que Ronnie protestara.- a ver, déjame verlas.- intentó alejarse pero fui más rápido. Al tomarlas pude ver marcas en ellas, como si alguien la hubiera agarrado fuertemente.- ¿quién te hizo esto Ronnie?- se zafó de mi agarre volviendo a esconder sus muñecas.-

Fue... ¡Erick! si, Erick.- intentó sonar segura, pero falló.- jugábamos y cuando intenté golpearlo me tomó de las muñecas para que no lo hiciera...- sonrió inocentemente.-

Fue Pimentel ¿cierto?- se tensó.-

No vayas a decir nada ¿si?- soltó hablando tan rápido que apenas pude entender lo que dijo.- yo ya lo resolví, ya le di su merecido, bueno, le dije su merecido. Estoy bien ¿si?

Ronnie, si vuelvo a ver alguna marca sobre ti ¿sabes que no voy a responder ante mis actos verdad?- ella asintió. Yo sentía la furia apoderarse de mi pero tenía que calmarme, por ella.-

Tranquilo por eso, y por lo de hace minutos... debo aceptar que me agradó.- rió algo apenada dispuesta a subirse a su auto.- pero no debe volver a repetirse ¿bien?

Está bien, ya ve. Con cuidado.- apenas pude dedicarle una sonrisa. Me tocó ver cómo se iba y en mi mente solo rondaba aquel recuerdo de hace minutos en donde llegué a sentir que pertenecía aquí.-

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 25, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La magia más fuerte (Zabdiel De Jesús)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora