Capítulo 4

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~Anteriormente~
Oye Zabdiel, ¿de donde vienes?- preguntó Erick captando la atención de todos nosotros.-

Eh... vengo de...- su pregunta me tomó por sorpresa, no sabía que responder. Las cuatro personas que estaban en la mesa no me quitaban los ojos de encima esperando una respuesta. Claramente no podía decirles "Vengo de un mundo mágico llamado Ethesya" porque además de que no puedo hablar sobre ello en este lugar, podrían tomarme como loco.-

¿De donde vienes Zabdiel?- preguntó Sabrina esta vez.-

De... de no muy lejos.- intenté no sonar nervioso. Pude notar que no estaban muy convencidos por mi respuesta pero llegó la hora de volver a clases. Esa fue mi salvación.-

Verónica

Ninguno de los que nos encontrábamos en la mesa quedamos convencidos con la respuesta de Zabdiel. Pero en fin, nos despedimos  y terminamos yendo a nuestras respectivas clases. Al llegar a mi clase correspondiente tomé un lugar y comencé a utilizar mi celular mientras la profesora llegaba. Los minutos pasaban y la anterior mencionada no se hacía presente. Luego de un rato esperando tomé la decisión de salir del salón y dirigirme a las afueras del campus. Estando ya afuera tomé asiento en uno de los bancos que allí se encontraba y ahí es cuando ella llega a mi mente, mi madre. ¿Que sería de mi vida y de la de mis hermanos si ella nunca hubiera muerto? ¿Papá pasaría más tiempo junto a nosotros? Esas y otras preguntas rondaban por mi cabeza hasta que un resplandor proveniente del cielo hizo que saliera de mis pensamientos.

¿Qué diablos?...- susurré mientras en el cielo se hacían presentes rayos color verde.-

¡VERÓNICA!- gritó una voz a mis espaldas, ignoré la voz por completo pues estaba completamente atónita por el suceso que se estaba dando ante mis ojos. Es ahí cuando caigo al suelo siendo empujada por alguien. Un dejavú se hizo presente.

(...)

-Comencé a cruzar la calle y oigo una voz llamarme, pero esa voz era idéntica a la de mi madre. Quedé desconcertada buscando de donde provenía la voz pero el claxon de un auto hizo que cayera en tiempo nuevamente. Cuando este estaba a punto de arrollarme de la nada unos brazos me rodearon y caí en el césped, sana y salva.-

¿Qué pasa? ¡Debes prestar más atención cuando cruzas la calle niña!- exclamó un chico de ojos café frente a mi tendiéndome su mano para poder levantarme del suelo.-

¡Lo se! Y gracias...- susurré ya de pie limpiando mi ropa.-

¿Estas bien?- preguntó con su mirada puesta en mi.-

Si lo estoy, y gracias nuevamente.- levanté mi mirada y le dediqué una pequeña sonrisa.- ¿eres nuevo cierto?

Em, si, de hecho si. Es mi primer día aquí.- sonrió un poco.- por cierto me llamo Zabdiel...

(...)

Miré a mi alrededor y justo a mi lado había alguien tirado en el suelo. Me acerqué a dicha persona dándome cuenta de quien se trataba.

¿Zabdiel?- susurré tocando su brazo. Este no reaccionó.- Zabdiel levántate ¿si?- mi respiración estaba empezando a acelerarse pues el miedo de ver nuevamente morir a alguien me consumía.- Zab por favor levántate... ¡Reacciona!

Buscaba con la mirada desesperadamente a alguien que me ayudara pero nada, no había nadie.

Tú...- dijo una extraña voz a mis espaldas. Me voltee un poco para ver de qué se trataba y creo que ese fue mi peor error. Frente a mis ojos se encontraba una mujer elevada en los aires, ¡flotando! El color de su piel era gris y su cabello lleno de serpientes. Una imagen que creí que solamente existía en los cuentos de fantasía pero no, esa cosa estaba frente a mi y era absolutamente real.- tú serás mi perdición... ¡tú serás mi perdición!...- seguía exclamando mientras poco a poco iba desapareciendo, junto con los rayos color verdes.-

Verónica...- me volteé nuevamente hacia Zabdiel agradeciéndole a Dios que fue el y no otra cosa sobrenatural.-

Carajos Zabdiel ¿¡qué diablos fue eso!?- pregunté algo exaltada levantándome del suelo.- ¡Dime que también viste a esa mujer!

Si Verónica la vi, la vi.- decía mientras se colocaba nuevamente en pie.- necesito que te calmes ¿bien?- me hablaba tranquilamente, cosa que me alteró más.-

¿¡Como puedes estar tan tranquilo!? O sea... ¡esa cosa solo existe en películas!- gritaba haciendo que todos los que salían del campus nos miraran.-

Juro, juro explicarte todo si te calmas...- seguía hablando tranquilamente, ¿acaso él ya ha visto estas cosas?-

-Suspiré intentando recuperar la calma.- ok, ok... me calmo

Bien, ahora necesito que me acompañes a ir por alguien.- tomó mi mano mientras caminábamos hacia el estacionamiento.-

No.- me detuve en seco.- explícame primero y luego yo decido si te acompaño o no

La magia más fuerte (Zabdiel De Jesús)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora