La ausencia de lisa

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Ya tiene más de un mes que tu amiga lisa ha estado ausente en la escuela, los días se han vuelto más cálidos conforme pasa el tiempo pero tu habitación vacía continua helada por su ausencia.

Aunque los momentos que logras pasar junto a namjoon son acogedores logrando siempre hacerte sentir plena por su gran amabilidad y simpatía, cada vez han sido más escasos incrementando esta sensación de nostalgia en tu corazón.

Debes admitir que la situación respecto a tu carrera no pinta tan bien ya que, aún no has logrado encontrar un lugar para trabajar y tus días tranquilos donde te llevabas bien con tus compañeros parecían haber llegado a su fin. Desde el incidente de la malteada las cuatro brujas no te han dejado tranquila ni un día, hablando de ti en los pasillos, inventando rumores e inclusive logrando que la mayoría de tu clase ni siquiera te dirija la palabra, normalmente estas cosas se te resbalan pero en algunas situaciones no puedes evitar sentirte mal por el rechazo.

Las tareas en grupo parecen imposibles debido a que o no te avisan de la tarea o se reúsan a apoyarte en el trabajo, solo hay algunas pocas personas cordiales que te han dicho que es mejor que no les hagas caso y te aceptan en sus equipos.

Te encuentras nuevamente en la misma situación sentada en una banca mirando al cielo después de enviar 20 correos a empresas diferentes, intentas no molestarte al respecto pero cada día tu frustración crece, sin poder hablar de ello.

— ¿No deberías estar con tae ensayando?

Te levantas para observar a jin frente a ti tapándote el sol de la cara con su sombra.

— En realidad yo no ayudo a nada así que...

— ¿Por esa tontería abandonaras a tae? Qué clase de excusa absurda es esa, ya sabes que a él le gusta tu compañía ya que le inspira a tocar y a escribir – jin te regaña como a una niña pequeña.

— Tienes razón, no es como que tenga algo mejor que hacer...

Jin se acerca a observar tu computadora, en ella abierta la página de correos enviados con el asunto "Solicitud de Practicante".

— ¿No me digas que te vas a rendir? – Exclama mientras te da un pequeño golpe con su dedo en tu frente – No seas absurda.

Solo bajas tu mirada al suelo acariciándote la herida como reconfortándote por el pequeño dolor del golpe.

— ¡Vámonos!

Jin te toma de tu muñeca ayudando a levantarte de la banca y poniendo tus cosas en tu mochila.

Las campanadas del reloj suenan marcando las seis de las tarde, usualmente la escuela se pone desierta para eso de las tres o cuatro así que solo se veían tú y jin caminando por el campus. Te sientes ida mirando el suelo y las piernas de jin a una distancia considerable de ti moviéndose como guiándote cuando mostrando tus dotes de torpeza olvidas un pequeño escalón casi a la salida de la escuela haciendo que te tropieces perdiendo un poco el equilibrio.

— ¿Qué paso? — voltea jin un tanto sorprendido.

— Nada, estoy bien – exclamas con la cara roja poniéndote a su lado para si te caes mínimo amortigües la caída con el cuerpo de jin.

La idea te hace sonrojar al recordar la típica escena de telenovela donde caes en los brazos del protagonista y esbozas un pequeño gritito. Jin solo se ríe de ti como siempre, y volteas para mirarlo dándote cuenta que no es la primera vez que caminan así, juntos.

Desde que Taehyung se volvió cercano a ti, jin también, casi siempre se ven cuando "ayudas" a tae en una crisis como la vez que se quedaron sin dumplings o cuando se rompió su lengüeta y tuvieron que ir juntos a seis tiendas de instrumentos hasta encontrar la correcta.

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