Verano

20 2 2
                                    

Después de la ceremonia de cierre, no has visto nuevamente a jin, los mensajes con namjoon se vuelto cortos e inexistentes, es finales del mes de junio, el sonido de los pájaros a través de la ventana, el calor de los días en la habitación se han vuelto constantes, sientes como el dolor mental y físico incrementa.

Con lágrimas en los ojos te dejas envolver en el sonido de la canción de bruno mars, dejándola una y otra vez en tus audífonos.

I know you're somewhere out there

Somewhere far away

I want you back

I want you back

My neighbors think I'm crazy

But they don't understand

You're all I had

You're all I had

At night when the stars light up my room

I sit by myself talking to the moon

Tryna get to you

In hopes you're on the other side talking to me too

Or am I a fool who sits alone talking to the moon?

— ¡Oh no! Esto tiene que acabar...

Los brazos de jin te levantan de tu cama pero el poco ánimo que tienes no te da para luchar contra él.

— ¿No te resistes? ¡Okay!

Él te suelta para pararse frente a ti te arrebata los audífonos de tu cabeza.

— ¡Heeey! — Reclamas intentando quitar la diadema de su mano — ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?

— ¿Tu qué haces aquí así? ¡Bañate!

Él te entrega tu toalla y te empuja hacia el baño.

Después de la insistencia de jin sobre arreglarte, bañarte y ponerte ropa limpia, él te acompaña a la lavandería del edificio.

— Mira toda esa ropa sucia...

Él comienza aventando la ropa separada en diferentes lavadoras.

— ¿Qué haces aquí?

— Lavando tu asquerosa ropa ¿Qué no ves?

— Ya sabes a que me refiero.

— Estaba esperando que vinieras a mi o a la casa de yoongi pero no lo has hecho, así que me fugue para venir a ver el lamentable estado en el que vives y ahora este cesto.

Interrumpiéndolo le arrebatas la caja de la mano para tu indagarla y empezar a aventar las pequeñas fundas llenas de tu ropa interior en las lavadoras restantes.

— ¿Tanto te costaba?

Seokjin se ríe mientras continuas vaciando todo en la lavadora.

— Eres un entrometido — exclamas con molestia.

— Si pero, ahora hueles bien y después de unas horas tendrás ropa limpia — él afirma y te acaricia el cabello con los dedos.

El sonido de las lavadoras funcionando te relaja y solo te quedas callada esperando, jin te mira sonriendo al mismo tiempo que te entrega un sándwich.

El PrincipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora