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Vivo en un lugar oculto del mundo exterior, menospreciada por los que una ves fueron menospreciados...
Estoy sola en este mundo en donde mis padres fingen no conocerme por no pasar vergüenza, por aquellos que no aceptan lo diferente, en este mundo no hay oportunidad para mi, pero si escapó seria aún peor.

Mi pueblo está condenado, somos una raza rechazada y digo somos, por que soy rechazada por los de mi propia raza.
Todo empezó hace 1,500 años.

Cuando la tierra es casi destruida por la inercia y arrogancia de los humanos, en ese momento la luna lloró y nació mi raza los stuki naki todo mejoro para los humanos trajimos paz y abundancia, mejoramos todo para ellos, con el paso de los años los humanos tuvieron miedo; nuestra raza empezó a crecer y empezamos a expandirnos, abarcar mas territorios para proteger, el plan siempre fue servir a los humanos y estar en todo el planeta ayudando a todos pero los humanos lo tomaron por otro lado y empezaron a maldecirnos e incluso llegaron a matar a algunos de nosotros los ancestros dijeron que la luna volvió a entristecer y quiso que nos ocultásemos por nuestro bien aunque sin descuidar a los humanos ni al planeta.

los stuki naki  no sentimos rencor, aun que si sentimos: dolor, amor, cariño.. etc excepto odio y rencor, esos sentimientos negativos que hacen que se destruya todo.

han pasado 1500 años, desde aquello y esta historia la enseñan a cada niño que nace en nuetro pueblo, me la enseñaron a mi, por obligación, aunque no me enseñaron a usar mi poder, que según todos no poseo.

Me llamo Ela y soy una stkuki naki rechazada.

Me levanto todos los días deseando no estar aquí, pero no tengo otra opción, no puedo salir, solo los ancestros saben la salida y la luna solo habla con ellos... yo he intentado hablar con ella pero no me contesta.

- ¿por que me tiene aquí? ¿ por que nací? ¿por que no me responde?- me encontraba sentada en la ventana de mi cuarto y lagrimas caían por mis mejillas, mientras yo veía el cielo, veía a nuestra creadora sin recibir respuesta alguna de ella.

salgo de mi habitación, mis padres no me voltean a ver, camine hasta un lugar desolado, nadie me presta atención, nadie sabe que tengo las mismas capacidades que todos en el pueblo, eso seria un problema mayor. los stuki naki al cumplir su primer año, desde ya se les enseña la historia o la leyenda del pueblo, seguido de eso se les enseña a usar sus poderes nacen con el poder de algún elemento, los antecesores son 4 y ellos forman los elementos.

ancestro Lau - elemento agua

ancestro Lila - elemento tierra

ancestro Sote - elemento fuego

ancentro Ren - elemento aire

Ellos son los respetables ancestros la luna solo a ellos les habla. ellos mantienen el orden en la tierra aunque los humanos no lo sepan o lo hayan olvidado.

por otro lado yo controlo el aire es simple de manipular pero con mis 150 años solo puedo causar ráfagas o brisas. chicos de mi edad pueden hacer incluso tornados, pero a ellos les enseñan maestros elegidos por los ancestros; yo por otro lado no tenia que haber nacido.

me senté en el helado césped y cause una fría brisa, que movió las hojas de los arboles y algunos arbustos por ultimo el mismo césped, al llegar la brisa  a mi surgió una rosa azul, se veía hermosa aunque no se de donde salió, esta se abrió y de ella, una luz blanca que se me acerco, me aleje por instinto y salte del susto.

la luz me rodeo en una calida brisa moviendo mi túnica blanca esto me asusto mucho, nunca había visto algo parecido, la luz empezó a avanzar se acercaba al árbol mas grande que había en el lugar, la seguí y esta se metió entre dos ramas cruzadas y desapareció, me acerque lentamente y cruce por las ramas, me sorprendí por lo que vi era un jardín, no tan hermoso en el que yo ya me encontraba, no estaba tan lleno de vida como el anterior, como el del pueblo aun así era lindo, mi cabello blanco como la luna se oscureció se puso negro como la noche, mi túnica fue remplazada al contacto de luz que me trajo hasta acá, en su lugar una ropas extrañas adheridas a mi cuerpo; la luz se acerco a mi y la intente tomar pero desapareció en mi mano dejando en su lugar una anillo de color plata, el cual coloque en mi dedo anular, empecé a caminar sin antes ver el lugar detenidamente para ubicarme después, seguí caminando para explorar un poco, si es eso solo explotación, no es que sea curiosa nada de eso por supuesto. sonreí para mi mientras veía las cosas a mi alrededor...

ElaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora