~Jong In~
Gangwon-Do, Chuncheon luce diferente cuando sabes que seguirás siendo humano por el resto de tu vida. Antes, había sido un lugar que existía solo bajo el calor del verano, en las aceras de concreto y en las hojas curveadas hacia el sol. Ahora, cuando las ramas de la primavera se mostraban con un leve color rosa, allí era donde yo pertenecía.
Durante los meses después de la perdida de mi piel de lobo, había tratado de aprender cómo ser nuevamente un chico. Había conseguido mi viejo trabajo en la librería, rodeado de nuevas palabras y el sonido de las hojas al pasarse.
También había cambiado mi camioneta, impregnada del olor a Jun Myeon y de mi vida con los lobos, por un VW golf con el espacio suficiente para mí y para Kyung Soo y mi guitarra. Trataba de no sacudirme al sentir el repentino frío proveniente de una puerta abierta, trataba de recordar que yo ya no estaba solo.
Por la noche Kyung Soo y yo nos refugiábamos en su cuarto y yo me acorrucaba contra su cuerpo, respirando el aroma de mi nueva vida y coordinando el latir de mi corazón con el de él. Si mi pecho se sacudía al escuchar el aullar de los lobos en el viento, al menos tenía el sentir de mi ordinaria vida para consolarme. Podía imaginarme los años por venir, llenos de navidades con este chico entre mis brazos, el privilegio de envejecer con esta piel que me era tan extraña. Yo lo sabía, lo tenía todo. Un regalo, que era el tiempo y el futuro que de pronto se revelaba.
Había comenzado a traer mi guitarra a la librería, el negocio estaba lento así que podían pasar horas sin que alguien me escuchara cantarle a las paredes.
La pequeña libreta de notas que Kyung Soo me había comprado comenzaba a llenarse con letras y cada nueva fecha que podía escribir a lo alto de una página era una victoria más contra el desaparecido invierno.
El día de hoy era un día como cualquiera, con mañanas donde las calles aún estaban mojadas. No había pasado mucho tiempo desde que abrí la tienda, así que me sorprendió escuchar los pasos de alguien que se acercaba. Descanse mi guitarra contra la pared detrás de mi mostrador y levanté mi mirada.
―Hola Jong In ― dijo So Eun. Me resultaba extraño verla sola, sin el contexto como Kyung Soo y era aún más extraño verla aquí en la librería, rodeada de mis caóticos libros con pastas suaves. La pérdida de su hermano durante el invierno pasado había hecho que su voz fuera un poco más dura y sus ojos más afilados, comparados con la primera vez que la había visto. Ella me miró, una mirada que me hizo sentir extraño. ―¿Qué hay? ―me preguntó, sentada junto a mí, cruzada de piernas. Kyung Soo hubiera escondido sus piernas debajo del mostrador. So Eun vio mi té y tomo un poco y después dio un largo suspiro. Yo miré hacía mi ahora violado té.
―No mucho, ¿nuevo corte de pelo? ―Su largo cabello oscuro ya no existía y fue remplazado con un nuevo corte que la hacía ver hermosa y... dañada.
So Eun alzó una ceja.
―Yo nunca te tomé por un fan de lo obvio Jong In ― dijo ella.
―No lo soy ― le contesté, y empujé el té para que se lo terminará. No tenía caso que lo probará después de que ella bebió de él, y añadí. ―Si lo fuera, te hubiera dicho, ¡Hey! ¿No se supone que debes de estar en la escuela?
―Touché ― dijo So Eun tomando mi bebida como si hubiera sido de ella desde un principio. Lo bebía muy elegantemente ahí en su asiento y yo estaba incomodo en el mío.
El reloj de pared marcaba los segundos. Afuera, las pesadas nubes que aún parecían de inverno se paseaban por la calle muy por debajo de su nivel. Y vi como unas gotas de lluvia caían de la ventana solo para ser congeladas en la acera. Mi mente viajaba entre mi guitarra y la copia de mi libro favorito que descansaba sobre el mostrador. ¿Qué debía hacer con este cuerpo que me había sido otorgado? Era mío, demasiado íntimo.
Finalmente presione el botón de play del sistema de sonido, justo debajo del mostrador y la música volvió a sonar.
―He visto algunos lobos cerca de mi casa ― dijo So Eun mientras agitaba el resto del té que quedaba en la taza. ―Esto sabe raro―
―Es bueno para la salud ― le dije, y yo realmente deseaba que ella no se lo hubiera tomado, el líquido caliente era como un salvavidas para este clima frío. Aunque ya no lo necesitaba para seguir siendo humano, me sentía más seguro si lo tenía en mi mano.
―¿Qué tan cerca de tu casa?
Ella sacudió los hombros. ―Puedo verlos en el bosque desde el tercer piso de mi casa. Claramente ellos no tienen ningún instinto de supervivencia, de lo contrario evitarían encontrarse con mi padre, quién no es un fan de los lobos.
Sus ojos encontraron la cicatriz irregular en mi cuello.
―Sí, lo recuerdo ― le dije.
So Eun tampoco tenía motivos para ser una fan de ellos. ―Si te encuentras con alguno de ellos en su forma humana, me lo harás saber ¿verdad? Antes de que tu padre los disequé y los ponga en su foyer.
Me gustó la entonación medio francesa que le di a la palabra... foyer. La mirada que me dio So Eun pudo haber convertido a un hombre en piedra.
―Ya que hablas de foyer, ¿Ahora vives solo en esa gran casa?
Pero yo no vivía allí. Una parte de mí sabía que debía de estar en la casa de Jun Myeon, recibiendo a los miembros de la manada que salían de su invierno hacia sus formas humanas. Cuidando de los nuevos lobos que se disponían a cambiar, pero otra parte de mí odiaba la idea de estar en esa casa sin la esperanza de volver a ver a Jun Myeon. De todas formas ese no era mi hogar. Mi hogar estaba junto a Kyung Soo.
―Sí ― le contesté a So Eun.
―¡Mentiroso! ― dijo ella esbozando una sonrisa. ―Kyung Soo es mejor mentiroso que tú. Dime donde puedo encontrar los libros médicos. Pero no pongas esa cara de sorprendido, vengo aquí por una razón
―Yo nunca dude que tuvieras una razón para estar aquí ― le dije mientras que señalaba a la esquina. ―Solo me preguntaba cuál era esa razón.
So Eun se levantó de su asiento y fue hacia donde le señalaba. ―Estoy aquí porque en ocasiones Wikipedia no lo resuelve todo
―Se puede escribir un libro de las cosas que no puedes encontrar en línea ― le dije. Finalmente podía respirar con tranquilidad ahora que ella se había levantado. Yo había comenzado a doblar un papel para formar un pájaro.
―Claro, tú lo debes de saber ya que solías ser una criatura imaginaria.
Le puse una cara y seguí doblando mi pájaro depapel, una de sus alas tenía un código de barras lo que hacía lucir grande a laotra ala. Tomé una pluma para dibujar en la ala y hacerla perfecta, pero cambiede opinión en el último momento.
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Foyer: Palabra en francés para referirse a un lugar muy espacioso.
Gracias por Leer.
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Los Lobos de Gangwon-Do /Rastro - {Kaisoo]
WerewolfPor más que lo desees, es imposible detener el tiempo: pasa y lo cambia todo. Y lo malo es que te arrastra consigo. El invierno a acabado. Para algunos es una época de cambios. De transformaciones. Pero solo para algunos: Jong In, sigue siendo Jong...