[13]: Define tu futuro

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Es hoy.

El día en que deben decidir continuar y seguir a su propio corazón ante los nuevos sentimientos o dejarlo todo en un simple encuentro y olvidarse uno del otro.

Erick se encuentra con una remera de Joel que le llega hasta la mitad de los muslos, sus ojos están puestos en el sol naciente, una pequeña sonrisa se forma en su rostro al sentir los labios de Joel en su mejilla. Se remueve hasta quedar junto a Joel, bueno, juntarse más de lo que ya está.

Está en paz.

Los dos lo están.

Joel queda deslumbrado ante el brillo que emiten los ojitos verdes del muchacho al ver tremendo espectáculo. Ejerce un poco más de fuerza en el abrazo que le está dando mientras ven el amanecer sentados en la orilla. Las manos de Erick se ponen sobre las suyas y una ladina sonrisa crece en sus labios luego de besar su mejilla. La suave y fresca brisa mueve sus cabellos, pero no les afecta. Su alegría y tranquilidad permanece en ellos.

—¿Estaría mal si cogemos aquí? —pregunta de repente Erick, girando su rostro y haciendo un leve puchero.

—¿Sabes que sólo me estás usando para satisfacer tus ganas sexuales? —recrimina Joel, frunciendo el ceño ligeramente y comenzando a sobar los muslos desnudos del muchacho.

—No es así, cariño.

—Lo es.

—No —jadea, Joel hace que separe sus piernas mientras sus manos cada vez suben más.

—¿Por qué no traes ropa interior? —cuestiona mientras hace que el menor chupe y lama sus dedos.

—Tuve la corazonada de que pasaría esto —murmura, cerrando sus ojitos al sentir un dedo en su entrada—, mierda.

—Eres precioso.

Pimentel comienza a besar la sien de Erick, bajando hacia su oreja, mejilla, barbilla y terminar en su cuello, haciendo chupones y mordiendo cada vez que aceleraba los movimientos de su mano, ingresando otro dedo.

Se ayuda de su mano desocupada para subir y jugar con los pezones erectos de Colón, haciendo que fuertes gemidos salgan expulsados de sus labios.

Le encanta tenerlo así.

Le ha gustado mucho estos días.

Y espera que continúe por mucho tiempo más.

—¡Oh, Santo Cristo! ¡Mierda, mierda! ¡Esto se siente tan delicioso!

Una vaga risa se pierde en los labios de Joel cuando Erick toma su rostro y lo besa, enredando sus lenguas en el proceso y mordiendo su labio. Sus ojos se cierran con fuerza al sentir la mano de Joel en su pene y otro dedo en su entrada.

—Joey, Joey...

Pequeñas lágrimas resbalan por las ruborizadas mejillas de Erick, su labio parece que está siendo masticado por él mismo al querer callar sus gritos de placer.

—Nadie te escuchará, precioso —susurra Joel en su oreja mientras lame y muerde el cartílago de la misma.

—¡Por la puta de sus madres! ¡Joel! ¡Ag, te odio! —grita, sintiendo espasmos recorrer todo su cuerpo, desde la planta de sus pies hasta la punta de sus cabellos—. ¡Sigue, sigue!

Un beso es dejado en el cabello de Erick antes de que Joel se retire de su sitio para bajar hasta el miembro del ojiverde.

Joel es bueno con la boca.

Es un Dios usando la lengua.

Y eso Erick lo ha descubierto a la perfección.

—¡Joey! —los dedos de sus manos se enredan en el rizado cabello de Pimentel, sintiendo un éxtasis al sentir doble placer—. ¡Más! ¡Quiero más!

Cachondo || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora