[11]: Joya preciosa.

4.2K 246 93
                                    

La gran mano de Joel cae en la pierna de Erick, deslizando su palma con suavidad, desde la rodilla y pasando por su muslo, subiendo lentamente el borde de la camiseta mientras continúa besando sus delgados labios. En ningún momento deja de tocarlo suave, lo hace como si el muchacho que está debajo de su cuerpo fuese la mejor obra de arte y no puede ser maltratada.

Joel se hace espacio con una de sus piernas, dejando que su erecto miembro tenga calma al estar moviéndose sobre el muslo de su acompañante. Mueve su mano hasta el glúteo derecho del chico, masajeando a su antojo y sonriendo en medio del beso al escucharlo suspirar y cerrar fuertemente sus ojitos.

Se retira un momento para quitar las prendas de su cuerpo, quedando únicamente en ropa interior. Colón toma asiento, viéndolo fijamente con esa mirada llena de deseo, sus labios hinchados por los besos y sus cabellos revueltos.

Pimentel podría correrse con tan solo ver a ese precioso ángel.

—Levanta —pide con voz ronca, el ojiverde obedece y alza sus brazos.

Los dedos del más alto no pierden tiempo y rozan intencionalmente la piel del joven, haciendo que se excite cada vez más. Al igual que Joel, también queda en bóxer.

—Ven aquí —dice de manera sensual, llamándolo con su dedo índice, pasando la punta de su lengua por el labio inferior y mordiendo suave.

Con una sonrisa tira la remera al suelo y lo toma por los muslos, dan vuelta hasta que el azabache acaba sobre el regazo de Joel, moviéndose como si bailara una canción erótica. Pimentel no deja de acariciar su cintura, se siente en las nubes al tocar su suave piel.

Erick es suave y huele rico.

Hunde su nariz en el cuello de Erick, quedando deleitado por el olor del muchacho, huele a fresas, pero también a vainilla y un toque de alguna flor exótica. Deja un beso detrás de su oreja y aspira sus cabellos que también huelen delicioso. Sin dejar de sentir los obscenos movimientos de él sobre su pene, separa los labios y muerde el lóbulo de su oreja. Pasa su lengua por el cuello del chico, besando y mordiendo a su antojo, chupando ese lunar que lo volvió loco desde que lo vio.

—Joel —se escapa un suave gemido de los labios de Erick.

—Precioso —murmura, mordiendo su barbilla. Llega a la altura de su rostro y hace presión en sus labios —. Preciosa joya que tengo entre mis brazos.

Erick se ruboriza y esconde su rostro en el cuello de Joel. Si bien es una persona atrevida, no sabe cómo lidiar con los cumplidos.

Después de varios minutos muestra que ya está bien cuando empieza a repartir besos por el cuello de Joel, y desciende su mano por el pecho de él hasta dar con su miembro.

—Necesito esto —jadea, sintiendo un dedo en su entrada. Ni siquiera sabe en qué momento Joel metió su mano dentro del bóxer.

—Lo que ordene, su majestad.

Las últimas prendas son eliminadas de sus cuerpos ardientes en lujuria.

El ojimarrón recuesta con suavidad a Erick sobre el sofá, quedando de rodillas entre sus piernas las cuales coloca a cada costado de su cuerpo. Sus manos no pueden estar quietas, así que acaricia la piel desnuda y suave de Colón. Sus ojos no se alejan del miembro de él, el cual ya está erecto y tomando un color rojizo.

Sale de su ensoñación cuando es Erick quien se inclina hacia él y lo sujeta del cuello para besarlo y hacerlo caer en todo sentido.

—Por favor —suplica, el roce de sus penes lo está volviendo loco.

—Tengo que...

—Ya habrá otro momento, ahora te necesito mucho —jadea, haciendo un puchero.

Cachondo || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora