Desde que es más fácil tener sexo es más difícil encontrar el amor. Habrá alguien que nos marque y siempre, inevitablemente buscaremos a alguien con quien sentir lo mismo. Pero mientras tanto, el tiempo pasa y no has vuelto a estar con nadie. Y llega un día que cambias y empiezas a usar a los tíos igual que los tampax; te metes una noche entre las piernas y al siguiente lo tiras a la basura. De tío en tío, de noche en noche, de cama en cama. Pero de nada sirven las infinitas alegrías que te da el cuerpo si no hay sentimientos de por medio. El amor no exíste. Y la amistad tampoco, la gente sólo se acuerda de ti cuando les interesa. Y tirada en tu cama en medio de esos pensamientos empiezas a desarrollar una sensación llamada soledad. No sentirte querida por nadie. Cuando el vacío de tu pecho quema más que el vacío de tu cama. Debe ser bonito el "ojalá se conecte" ó "tengo ganas de verte" de alguien. Porque tengo asumido que yo no lo soy de nadie.
