Hoy aprendí que las historias no se escriben solas, que necesitan de las palabras para que empiecen a escribir. Que no todas empiezan con un "Había una vez..." ni terminan con el "Vivieron felices para siempre." que algunas jamás pasan del prólogo y un "adiós" no es un punto final.
Que hay unas que terminas de escribir con lágrimas, que las vuelves a leer y otra vez te ocasionarán lágrimas. Y que la historia, comienza con un algo, realmente inesperado...