Capítulo 51

3.4K 245 112
                                    

Recuerden votar y comentar si les gustó el capítulo

Daniela y Pietro entraron atrás de Thor a la gigante sala. Rocket y Tony discutían mientras reparaban una nave y Bruce, Nebula, Rhodey y Scott estaban en una pequeña habitación blanca en la esquina de la sala.

—Sí, creo que me enamoré, pero no importa porque siempre me ignora.—dijo Pietro frustradamente.

Daniela lo agarró de los hombros y lo sacudió.

—Tienes que decirle que no sólo lo quieres por sexo, por lo que veo tienes fama de mujeriego y... ¿hombreriego?¿Cómo se dirá?

—Sí, tienes razón. Necesito empezar de nuevo.—dijo el peliblanco.—Por cuarta vez.

Daniela soltó una risa corta.—Steve, los niños y yo queremos ir a Bahamas en vacaciones, ven con nosotros y te consigues un latino.

—Hablando de tus hijos, ya quiero verlos.—dijo emocionado.—Extraño apretujar sus redondas mejillas iguales a las de su madre.

—¡Hey! No tengo las mejillas tan redondas.—se acarició las mejillas.

—Sí, claro, y yo soy feo.—rodó los ojos. Daniela río ante su comentario tan vanidoso.—Ya, vamos a ver que hace Banner.

Entraron al cuarto y vieron a Scott con un extraño traje blanco.

—¿Eso que es?—preguntó Daniela, llamando la atención de todos a los recién llegados.

—Un traje para viajar en el tiempo.—dijo Scott.

Banner iba a poner un pequeño tubo en su traje, pero Scott lo detuvo.

—¡Oye!¡Ten cuidado!—gritó AntMan.—Estás siendo muy estilo Hulk.

—Estoy siendo cuidadoso.—protestó Bruce.

—Está siendo cuidadoso, Lang, no le grites a mi Brucie.—dijo Daniela molesta. Bruce se ruborizó aunque, claro, no se notó y Pietro y Rhodey soltaron una carcajada.

—Son partículas Pym.—Scott agarró el tubo.—Y como a Hank Pym lo borraron, esto es todo. Son todas las que tenemos. No haremos más.

—Cálmate, Scott.—dijo Rhodey.

—Sí, nunca hay excusas para ser grosero.—dijo Daniela. Pietro arqueó una ceja.—Perdón, siempre tengo que dar el ejemplo a mis hijos.

—Perdón.—dijo Scott.—Conseguimos para un viaje de ida y vuelta para cada uno. Es todo. No hay segundas chances. Más dos pruebas.

De repente, Scott desapareció y apareció al segundo.

—Una prueba.—soltó un suspiro.—No estoy listo para esto.

—Quiero participar.—dijo una voz a sus espaldas.

Daniela sonrió al reconocer la voz y se dio la vuelta. Clint estaba recostado en la puerta y le devolvió la sonrisa.

—¿Qué hay, Princesa de Hielo?—dijo burlonamente.—¿Aún controlas la temperatura? Casi nunca te veo hacerlo.

Daniela lo abrazó fuertemente. Hace cinco años que no lo veía. Se separó y tenía los ojos húmedos.

—Te estuve buscando, Barton. ¿Sabes cuántas cosas han pasado durante cinco años?—dijo molesta.—Tuve gemelos.

—¿En serio?—Clint abrió los ojos de par en par.—Felicidades. ¿Con Steve?

Ocean Eyes • Steve Rogers  ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora