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ENTRAMOS A LA SALA DE AUDIENCIAS, estaba completamente vació salvo por los padres de Polo y Carla. Vemos que en primera fila también se encontraba la inspectora quién nos hace un ademán de saludo. El policía que nos deja pasar nos pide silencio, aludiendo que ya va a comenzar la audiencia.
—Buenas tardes. — saluda el juez. — Vamos a comenzar. Antes de que el secretario judicial proceda a la lectura de sus declaraciones juradas. ¿Se ratifican ustedes en sus versiones de los hechos? — el juez mira fijamente a Polo y Carla. — ¿Tienen algo que declarar?
La sala se queda en completo silencio y veo como Carla mira fijamente a Polo y este último empieza a titubear. — Yo...Bueno quería decir que...
—Me lo invente todo. — lo interrumpe Carla y tanto Guzmán como Samuel se quedan estupefactos. —Lo siento. Estaba muy enfadada con mi padre y con mi ex. Mi padre siempre había sido muy estricto conmigo y me invente todo esto para perjudicarles.
— ¿Reafirma esta versión? — le pregunta el juez.
— Si y me doy cuenta de los lejos que he llegado. — titubea. — Estoy muy arrepentida. Siento mucho todo el dolor que he causado. — nos mira fijamente. — No espero que podéis perdonarme.
El juez da por finalizada la audiencia y libera a Polo de todos los cargos dejando a Samuel y Guzmán destrozados.
— Se los dije, tenían que haber hablado con Ander. — Samuel nos mira furioso.
— ¿Por qué no te vas a la mierda? — le responde Guzmán mortificado por lo sucedido. — ¿No ibas a hablar con tu novia?
— Algo ha tenido que pasar para que Carla se retracte. — trato de calmarlos. — La han amenazado, la conozco.
— El pudo hacer algo. — señala a Samuel. — Si tanto te quisiera, no te habría metido esa puñalada por la espalda.
— Guzmán. — lo miro molesta. — Crece de una puta buena vez, esto va más allá de que un niñato de 18 años convenza a su noviecita de que testifique contra su ex novio. Aquí hay más intereses de por medio.
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— HABLAMOS POCO EN TODA LA NOCHE. — miro a la inspectora.— Trataba de convencerlo de que se vaya de la fiesta de graduación. No era un buen lugar para el.
— ¿Por qué?
— Bueno es muy simple. — le respondo. — Polo después de lo de Marina no era bienvenido y yo no quería que le hagan daño.
— Testigos afirman que tuviste una pequeña pelea con Polo esa misma noche. — continua. — Los dos estaban discutiendo.
— Fue un malentendido. — mis manos tiemblan. — Una pelea de críos.
