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MIRO AL FRENTE y la sonrisa se me borra al ver a la persona que estaba ingresando a la fiesta. Todos mis amigos mantienen la mirada hacia Polo con gesto serio.
No es de menos.
Joder, hay que estar bien mal de la cabeza para ir a una fiesta en donde la mitad de los invitados te quieren ver muerto.
Guzmán y yo observamos a Samuel ir directo a la barra. Lo seguimos y de la nada vemos como va directo por el cuchillo que el bartender había dejado en la barra. Guzmán se apresura a detenerlo cuando nos damos cuenta que va en dirección a Polo.
— ¿A dónde coño vas? — le increpa Guzmán.
— Quita, hostia.
— ¿Que coño vas a hacer? — le pregunto con la ceja alzada.
La sola idea de pensar que Samuel tenia intenciones de hacerle daño a Polo me daba escalofríos.
— ¿Vais a protegerle? — nos recrimina a ambos furioso.
— No, imbécil. — le responde Guzmán. — Te estamos protegiendo a ti.
— Tu le clavas el cuchillo en el corazón, y entonces ¿Qué? — le pregunto y no me responde. —Veras... a ti te meten en la cárcel... tu madre destrozada.. tu hermano quién es otro que tiene la sangre caliente también comete una locura... las madres de Polo jurando venganza ¿Prosigo?
Samuel mantiene la mirada en el suelo, la levanta y le entrega el cuchillo a Guzmán.
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— ACABO DE PARAR A UNA PERSONA QUE VENIA DIRECTO POR TI. —lo intercepto en medio de la pista.—Pero no voy a ser capaz de parar a todos los que te quieren cortar el cuello aquí. ¿Qué cojones haces aquí, Polo?
— Gracias. — mantiene su mirada en el suelo.
— ¿A que has venido, Polo? — le pregunto con preocupación. — No es un lugar seguro para ti...no luego de todo lo que paso en la ceremonia de graduación.
— Me he venido a entregar.
— ¿Cómo? —lo miro estupefacta.
— Mañana mismo. — exclama. —Yo se que nunca podre reparar todo el daño que os he hecho a ti...a Guzmán... a Ander pero espero que algún dia puedan perdonarme de verdad.
— Polo...
— Y también venido porque he logrado que mis madres accedan a seguir manteniendo la beca para Lu y Nadia... Quería decírselos en persona, pedirte perdón a ti y a Ander. — las cuencas de los ojos de Polo se llenan de lagrimas. — Y decirle por fin a Guzmán que se acabo todo.
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—MENUDA FIESTA LA QUE SE ESTA METIENDO ESTA. — se sienta a mi lado y señala a Lucrecia. — Y tu estas por su mismo camino que estoy desde hace rato viéndote tomar champán como si fuera agua.
— Ya. —le sonrió. — Yo me se controlar.
— Vale, solo digo..— Rebeka me mira fijamente y cambia de tema. — ¿Te has dado cuenta?
—¿Que cosa?
— Pues que en la barra hay uno que no ha despegado sus ojos de ti en ningún momento y no hablo solo de el que hay otro que tampoco deja de mirarte... Pero si te soy sincera a mi el que me preocupa es Valerio porque Ander se ha ganado el titulo de gilipollas con todas sus letras.
— ¿De que hablas? — le pregunto confundida.
— ¿Todavía no te das cuenta? Es que hay que ser muy ciega cari para no ver que desde hace tiempo Valerio besa el suelo por donde tu caminas... ¡Joder! hasta me arriesgaría a decir que bajaría hasta al infierno para calentarte una pizza si se lo pides.
— No digas tonterías...
— No son tonterías... — me interrumpe Rebeka. — Pero bueno, no quiero cortar el buen rollo que tenemos las dos y empezar una pelea por tus sentimientos...
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— ¿PODEMOS HABLAR? — me siento a su lado en la barra y el me mira dolido.
— ¿Ahora si quieres hablar conmigo? — lanza una carcajada burlona. — Te mande mensajes saliendo de la ceremonia de graduación, me ignoraste.
— Tenia que pensar las cosas... — suspire. — Lo que paso hoy, no lo vi venir.... No pensé que tu estabas....
— ¿Enamorado de ti? —exclama dolido.
— Si...
— ¿A qué has venido, Gabriela? — me mira a los ojos.
— He venido a decirte que no quiero perder esta amistad. — lo miro a los ojos. —Fuiste mi apoyo en todo momento y yo te quiero....Que te quiero un montón pero mereces una tía que te pueda querer como te lo mereces y yo no puedo darte eso...— exhalo y continuo. — No quiero jugar contigo de esa manera... no quiero engañarte y decirte que lo nuestro podía funcionar porque se que no lo hará y prefiero romperte el corazón ahora que mentirte y hacerlo en algunos meses...
— ¿Tan poco tiempo nos das juntos? — se le forma una pequeña sonrisa. — De verdad que poca fe tienes en mi.
— Nos daba máximo 3 meses y terminando tan fatal que nos odiaríamos...— ambos nos reímos.
Esa era la parte que me gustaba de Valerio, una conversación incomoda se podía volver graciosa en cuestión de segundos.
— Vaya que dura eres algunas veces. — siento su rostro relajado. — Quiero disculparme también por lo que te dije de lo tuyo con Ander, no debí decir nada y menos meterme en tus asuntos...
— Tiempo pasado, ¿Vale? — me acerco y lo abrazo tomándolo de sorpresa. — ¿Estaremos bien? — me separo y lo miro a los ojos esperando una respuesta afirmativa de su parte.
— Estaremos bien.
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SE ME CAE LA COPA DE CHAMPÁN de la mano cuando escucho a Guzmán gritar Polo a todo pulmón mientras corre al primer piso... No podía moverme... Todo sucedió en cámara lenta... Simplemente no podía creer lo que estaban viendo mis ojos.
Polo no podía estar muerto.
Reacciono rápidamente y bajo al primer piso corriendo.... Me meto en la multitud y puedo ver a Guzmán tratando de reanimar a Polo... ¡Joder! Esto no podía estar pasando....
— ¡Una ambulancia, por favor! — grito a todo pulmón. — ¡Una ambulancia!
Polo nos mira fijamente con todo el cuerpo y la cara media ensangrentada.
— Te perdono. — exclama Guzmán mirándolo fijamente a los ojos. — Te perdono.
— Polo resiste... por favor. — mi cara se llena de lagrimas.
Débil, Polo arrastra su mano sobre el suelo repleto de cristales y pone su mano sobre la mía y la de Guzmán. Le apretamos la mano y vemos ante nuestros ojos como la vida se va de su cuerpo.
