El sol ya casi se perdía en el oeste. La fulgurante luz del atardecer, hacía mella en los ojos de los adolescentes, forzándolos a entrecerrarlos para poder mirar hacia delante.
Con las manos en la frente, tapando los últimos rayos diurnos, ambos surcaban un prolijo sendero de grava, donde el crujir de las piedras, y la creciente brisa nocturna, eran lo único que tajaba el lánguido silencio que portaban los jóvenes.
- ¿Y bien?
La frase de Emi resonó entre los dos. Hacía varios minutos que transitaban el delicado camino de gravilla. El improvisado cementerio había quedado atrás, y, en su lugar, un vendaval de recuerdos y lamentos azotaba la consciencia de los compañeros. La noche reclamó su lugar, despojando de iluminación, la extensa vereda que debían atravesar para llegar hasta la cabaña.
- Empezaré por donde tu quieras.
Dijo Flor sin dejar de mirar al frente. Aunque a veces, llevaba la vista hacia el frondoso bosque que se alzaba en ambos costados de la senda. Sombrío, como de costumbre, y más ahora que la tenue luz lunar apenas bañaba el paisaje, formando así, tétricas siluetas con las sombras de los árboles.
- ¿Qué es un único? -preguntó.
Al tiempo que Emi pronunciaba las palabras, un frígido viento atravesó, sin dificultades, las livianas prendas de ambos. De a poco, la ventada arreciaba, haciendo mover cada vez más, las marionetas de oscuridad que creaba el arbolado.
Flor suspiró tres veces. Esta vez, no podía escapar a la pregunta. Apenas, muy a la lejanía, se alcanzaban a ver algunas luces del poblado, aún faltaba mucha caminata. Pero tenía miedo. Su compañero podía tomarse esto de muchas maneras, sin embargo, había una en particular, que era puntualmente peligrosa.
- Se les dice "únicos", a aquellos seres que logran comprender al 100% dos clases diferentes. Esto no quiere decir que por el simple hecho de leer un libro obtendrás el máximo de sus conocimientos, pero sí, que podrías hacerlo con el debido tiempo. Ya es algo inusual poseer un entendimiento total sobre una clase, imagínate dos.
Emi comenzaba a deducir el por qué de los numerosos recuerdos vagos que sentía a veces. Al parecer, no era normal sentirlos.
- Pero hace unos días dijiste que existían muchos seres "únicos". La reacción del ninja fue de una sorpresa inusual.
- Sí, lo dije, pero no es tan así -dijo Flor, calmando el paso, y mirando a su compañero- Es cierto que hay varios, tampoco muchos, dudo que lleguen a los cien en todo Wintergarden. El punto es que tus clases son muy diferentes entre sí.
Emi frunció el ceño, confuso.
- ¿Nunca te detuviste a pensar si alguna clase es más poderosa que otra? -le preguntó Flor.
- Sí, bueno, en realidad no. Confiaba en lo que ustedes me dijeron. Mago y brujo son las clases con más poderes en tomos avanzados.
- Exacto, esas dos son las clases más poderosas de todas. Sin embargo, lo que está faltando, es que las clases poseen ventajas las unas con las otras. Y casualmente, el manual de magia tiene superioridad sobre los secretos del brujo. Es por eso, que el libro azul es conocido como el más fuerte de todos. Pero, posee graves desventajas contra una sola clase: Asesino. Al moverse constantemente en oscuridad pura, niegan la magia a su alrededor, e incluso, poseen hechizos específicamente de anulación mágica.
Flor sacó la vista de su amigo, y miró al bosque. El viento, lejos de amainar, contrajo más fuerza, y ahora, movía violentamente la copa de los árboles. Se tomó un momento para estudiar la situación, y continuó.
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Dueños Del Arcoíris
Fantasy¿Qué pasaría si necesitases una flor para viajar a otro mundo, y un libro para conquistarlo? ¿Renunciarías a un mundo de hadas y duendes, para recorrer senderos entre espadas y sangre? Si la tinta de tu destino, estuviese impregnada en hojas, ¿tu li...